El informático Hervé Falciani ha terminado por abrir una caja de Pandora. El excolaborador de la filial suiza del banco británico HSBC filtró los datos de 106 000 cuentacorrentistas de 203 países. Por esas cuentas se movieron unos 180 600 millones de euros, entre el 2005 y el 2007.
La filtración, que ha echado por el suelo el sigilo bancario, derivó en una investigación periodística de enorme calado, que ya ha sido bautizada como ‘Swiss Leaks’. El trabajo fue liderado por los diarios The Guardian (Inglaterra) y Le Monde (Francia), en conjunto con el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación.
¿Qué se ha descubierto hasta ahora? Escalofriantes revelaciones. Por ejemplo: que la filial suiza del HSBC brindaba cobertura a una serie de evasores de impuestos o era usada para ocultar fondos, cuyo origen está por dilucidarse.
No obstante, en el primer reporte, al que con certeza seguirán otros más, existe un ingrediente que llama la atención. Se refiere a que en la época señalada el Gobierno de Venezuela tenía depositados USD 14 800 millones de dólares en cuatro cuentas de propiedad del Estado bolivariano. Fueron abiertas a nombre del Banco del Tesoro -un banco nacido en revolución, según señalan los ‘spots’ publicitarios de esta entidad- y de la Tesorería Nacional. Detrás de las cuentas aparecen dos figuras relevantes del chavismo: el general Rodolfo Marco Torres , en la actualidad vicepresidente del Área Económica del gobierno del presidente Nicolás Maduro, y Alejandro Andrade Cedeño, exviceministro de Finanzas.
La divulgación sobre los fondos venezolanos en cuentas suizas trasciende en medio de la profunda crisis que azota en la actualidad a la República bolivariana.
Falciani, en una entrevista con el diario francés Le Parisien, ha dicho que lo que se ha divulgado hasta ahora es apenas ‘la punta del iceberg’ de una enorme trama financiera. Es decir, falta por descubrir lo que hay debajo.