Sustentable y económico

Ya están aquí. Pero son para el hombre actual, tan acostumbrado  al lujo y a  la tecnología de punta, casi tan raros como los ‘alliens’.

Lo cierto es que los tabiques de papel de periódico, los jardines en los tejados, los urinarios domésticos o las cubiertas de aserrín reciclado se introducen poco a poco en los hogares mundiales. Se trata de algunas de las sorpresas que depara la  arquitectura sostenible.

La novedad no es novelería, sin embargo. Los materiales reciclados, las paredes que salen  de periódicos desechados, los muebles que aprovechan maderas de embalaje o las viejas correas de seguridad de los automóviles tienen dos valores  que los hacen interesantes: son poco contaminantes y muy  económicos.

Puede ser, explicaba un no muy convencido ciudadano. Y añadía: “pero, los urinarios en los baños caseros. Esto ya se dejó de usar hace mucho tiempo”.

Pues hay que volverlos a colocar. El arquitecto Luca Lancini, comprobó que el urinario  supone un ahorro del 80% de agua respecto al retrete convencional, ocupa menos espacio, es de muy fácil limpieza, más higiénico y mucho más cómodo...

Así es que ya sabe. Si quiere ahorro y ecología, agénciese un urinario y colóquelo en un baño, y siempre lechugas en el tejado.

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