Las bajas temperaturas registradas en la ciudad obligan a las personas a salir arropadas para sus actividades diarias. Foto: Galo Paguay/ EL COMERCIO.
El frío es tan fuerte que para salir de casa deben usar gorra de lana, guantes, bufanda, chompa y, por si acaso, llevar a mano un paraguas.
Quienes viven en Cutuglagua, un barrio ubicado en el límite con el cantón Mejía, saben a ciencia cierta que en ningún otro lado de Quito hace tanto frío como en el sur. Y las estadísticas lo corroboran.
El Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología, Inamhi, tiene cuatro estaciones en el Distrito Metropolitano que miden, entre otras cosas, la cantidad de lluvia y la temperatura. De ellas, la que se ubica en Izobamba registra lo que ocurre en el sur, la de Iñaquito registra el norte.
En lo que va del año, la estación de Izobamba es la que marca los índices más bajos en cuanto a temperatura. En muchos casos, incluso, ha registrado la medición más baja del país. Es decir, hay días en los que en el sur de la capital ha hecho más frío que en ciudades populares por su clima helado como Riobamba y Tulcán.
Eso, durante el primer trimestre, ocurrió en 10 días. El 4 de enero se registró una temperatura de 3°. El 11 de ese mes el termómetro marcó apenas 2° y el 25 de febrero fue de 2,4°.
Cutuglagua está a 3 100 metros de altura. Es una zona montañosa donde no todas las calles son pavimentadas o adoquinadas. Las lluvias allí son torrenciales, por lo que las vías de tierra se vuelven lodosas y la gente debe salir de casa, además, con fundas en sus zapatos o con botas de caucho.
Carmen Arias, de 58 años, vive allí desde el 2002. Al llegar, lo primero que le sorprendió, reconoce, fue el frío. Antes vivía en La Ofelia, pero su esposo, quien se dedica a la construcción, logró comprar un terreno en el sur y construyeron una mediagua.
Varias noches no pudo dormir. Le dolían las rodillas y las manos. Hasta que un vecino le dio el secreto: poner papel periódico entre las cobijas de su cama para guardar el calor. Ahora está acostumbrada al clima, pero reconoce que hay días en los que las sábanas parecen estar mojadas por haber acumulado tanto frío.
Pablo Llerena, especialista en pronóstico del Inamhi, explica que justamente la altitud es una de las razones por las cuales en el sur la temperatura es menor. Usualmente en el sur pueden registrarse entre 4° y 6° menos que en el norte.
Llerena explica que todos los datos de temperatura registrados por la entidad son tomados bajo sombra, dentro de una caja, pero la sensación térmica de la persona en el exterior es uno o dos grados menor.
Los días más fríos, explica Llerena, ocurren cuando en horas de la mañana el cielo ha estado despejado. Al no haber nubosidad, se produce una salida de energía y el calor acumulado el día anterior se escapa, por lo que la superficie terrestre se enfría.
Cuando hay nubosidad, en cambio, la energía se conserva. Asimismo, cuando hay vientos fuertes en la mañana disminuye la temperatura.
Según Rasa Zalakeviciute, docente de Ingeniería Ambiental de la Universidad de las Américas, la altitud es determinante para la temperatura.
En el sur -explica- hay barrios que están a más de 3 000 msnm, mientras que en el norte, hay sectores que están a 2 400 msnm. Hay -dice- más de 600 metros de diferencia entre una zona y otra, y por cada kilómetro se pierden 6°C de temperatura.
Las zonas con mayor frío, y mayor presencia de lluvias, advierte, también son sectores con menor radiación solar.
La presencia de vegetación, señala, es clave en el tema del clima, ya que esta permite balancear la temperatura y no deja que el calor o el frío se acumulen en exceso.
Temporal en la ciudad
Las estadísticas del Inamhi demuestran también que en el sur llueve más que en el norte. Así ocurrió esta semana. El lunes (9 de abril del 2018), por ejemplo, en Izobamba cayeron 4,7 mililitros, es decir litros de agua por metro cuadrado, mientras que en el norte fue 0,2 ml, y en el valle no llovió.
Juan Zapata, secretario de Seguridad del Distrito, asegura
que el invierno de este 2018 es menos fuerte que el del año pasado. Desde septiembre del 2016 hasta abril 2017 se registraron 590 emergencias, en el mismo lapso 2017-2018 fueron 303: un 49% menos.
El número de víctimas mortales pasó de 1 a 5. Cuatro fallecieron en un accidente de tránsito en la vía Calacalí-La Independencia, debido a un deslizamiento, además del obrero que murió tras el colapso de un muro la semana pasada.