El sur de EE.UU., golpeado por un fuerte aumento de casos de coronavirus

Estados Unidos registra el peor balance del mundo: más de 121 000 muertos y cerca de 2,3 millones de personas infectadas con covid-19. Foto: AFP

Estados Unidos registra el peor balance del mundo: más de 121 000 muertos y cerca de 2,3 millones de personas infectadas con covid-19. Foto: AFP

Estados Unidos registra el peor balance del mundo: más de 121 000 muertos y cerca de 2,3 millones de personas infectadas con covid-19. Foto: AFP

Aumentos récord de casos, alza de hospitalizaciones y enfermos cada vez más jóvenes: el sur de Estados Unidos, de Florida a California, se ha convertido en el epicentro del covid-19 en el país y sus autoridades locales amenazan con imponer nuevas restricciones.

Como señal del cambio de situación del país, los dos primeros focos de la pandemia en Estados Unidos, Nueva York y Nueva Jersey, así como el vecino estado de Connecticut, decretaron este miércoles 24 de junio del 2020 cuarentena obigatoria para quienes viajen desde los estados que están registrando estos aumentos.

Con más de 330 millones de habitantes, Estados Unidos registra el peor balance del mundo en números absolutos: más de 121 000 muertos y cerca de 2,3 millones de personas infectadas.

Cerca de la mitad de los 50 estados estadounidenses registraron un alza de contagios en las últimas dos semanas. Algunos, como Texas y Florida, publican informes diarios sobre el número de casos confirmados.

Esto empuja a sus gobernadores republicanos, que son aliados del presidente Donald Trump, a decretar o alentar nuevas medidas de seguridad para mitigar la propagación del covid-19.

Texas, que comenzó a desconfinarse a principios de mayo, registró el martes 24 de junio 5.489 nuevas infecciones, sobre un total de más de 120 000 casos. Este récord llevó a su gobernador, Greg Abbott, a pedir a sus residentes que se queden en casa.

El número de hospitalizaciones se duplicó en el curso del último mes y los centros médicos temen desbordarse.

Esta tasa de propagación es “inaceptable”, dijo Abbott esta semana, instando a los tejanos a usar mascarilla y respetar el distanciamiento social. Advirtió que podría instruir medidas adicionales, aunque garantizó que no pensaba volver a cerrar los negocios por ahora.

Kim Cherryhomes, dueña de una tienda de ropa en la ciudad costera de Galveston, en el este de Texas, lamenta que el gobernador nunca haya ordenado el uso de mascarillas.

“Entiendo que ellos [los políticos] se preocupan por la economía. Pero hay vidas que están en juego”, dice a la AFP, añadiendo que decidió “hacer su parte” imponiendo a sus clientes que lleven mascarillas.

La epidemióloga Rebecca Fischer cree que el pico de infecciones en Texas aún está lejos. Las medidas para limitar la propagación del virus deberían mantenerse el mayor tiempo posible hasta que “el brote o la epidemia estén casi extintos”.

“Explosión” de casos en jóvenes

En Florida, las imágenes de los bañistas que regresaban a las vastas playas de Miami, cerradas durante casi tres meses por la pandemia, dieron la vuelta al mundo cuando reabrieron el 10 de junio con la esperanza de un retorno a la “normalidad”.

Pero el miércoles 24 de junio este turístico estado del sureste también registró un récord de nuevos infectados (5 508) y el lunes 22 de junio superó la barrera de los 100 000 casos positivos.

Desde el martes 23 de junio, el uso de mascarillas es obligatorio en una decena de ciudades que conforman el populoso condado de Miami.

Desde la semana pasada, su uso había comenzado a ser obligatorio en otras ciudades y jurisdicciones, como Orlando, Tampa y los célebres Cayos de la Florida, en el extremo sur, donde los infractores son multados con hasta USD 500.

El gobernador, Ron DeSantis, lamentó la “verdadera explosión de nuevos casos entre la juventud” y advirtió que los bares y restaurantes que no siguen las reglas de distanciamiento social corren el riesgo de perder sus licencias de venta de alcohol.

La situación incluso empujó a este fiel partidario de Donald Trump a tomar una posición opuesta a la del presidente estadounidense, cuando declaró por primera vez el sábado 20 de junio que el aumento de la cantidad de exámenes de coronavirus no podía explicar por sí solo el pico de infecciones.

Otros estados del sur como Arizona, las Carolinas, Oklahoma, Arkansas, así como la gran California, también están registrando aumentos en sus nuevos contagiados.

Arizona alcanzó un nuevo récord el martes 23 de junio con 3 591 nuevos casos para un total de 60 000.

Para el inmunólogo en jefe de la Casa Blanca, el respetado Anthony Fauci, “las próximas dos semanas serán críticas” para combatir estos “preocupantes” brotes.

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