Caracas, Bogotá. El Nacional,
GDA y AFP
El Gobierno de Suecia confirmó ayer que varias armas producidas en ese país e incautadas a la guerrilla colombiana de las FARC fueron vendidas a Venezuela a finales de la década de los ochenta.
“Pudimos confirmarlo a través de los números de los seriales, en cooperación con el Gobierno de Colombia”, explicó a la emisora colombiana La W el ministro sueco de Comercio, Jens Ericsson. El funcionario agregó que las armas corresponden a un lote “vendido hace 20 años”.
También habló a emisoras colombianas el director general del Órgano de Inspección de Productos Estratégicos de ese país, encargado de supervisar las exportaciones de armas, Jan-Erik Lövgren. Ambos coincidieron en que los seriales de los lanzacohetes AT4 decomisados a las FARC, facilitados por el Gobierno colombiano, corresponden a armamento que Suecia vendió a Venezuela a finales de los ochenta.
Con esos números “fue posible rastrear los envíos hechos a finales de los ochenta a Venezuela”, informó Lövgren.
En declaraciones a RCN Radio, Lövgren calificó de “muy grave” que esas armas hayan caído en manos de grupos irregulares y por eso el Gobierno sueco ha iniciado una investigación.
Por su parte, el ministro Ericsson indicó que todavía no han recibido respuesta oficial de Venezuela a sus peticiones de información sobre el asunto.
La presunta venta de armas suecas por parte de Venezuela a las FARC tensó aún más las complejas relaciones entre Caracas y Bogotá. El presidente colombiano, Álvaro Uribe, señaló que su gobierno ha verificado que “grupos terroristas han adquirido lanzacohetes de marca en los mercados internacionales”.
Venezuela, a través de su ministro del Interior, Tarek el Aissami, afirmó anteayer que todas esas informaciones forman parte de un “nuevo show mediático”.
En medio de la tensión con Colombia, el presidente venezolano Hugo Chávez firmó con Rusia un acuerdo que sella su cooperación militar, abundante desde 2006.
En virtud de este convenio, la relación bilateral deja de ser la de cliente y proveedor y se transforma en cooperación que incluirá, además de las compras de armamento, intercambios de tecnología, maniobras conjuntas y contactos militares más estrechos.