‘Sinaloa’, ‘La Constru’ y una disidencia, las redes de narcotráfico en Sucumbíos

En agosto del año pasado, los policías descubrieron una banda que operaba en la provincia fronteriza. Foto: Min. Interior

El crimen de un agente en Sucumbíos el 12 de enero del 2019 puso en alerta a los cuerpos de seguridad sobre la injerencia del narcotráfico a distintos niveles en esa zona de la frontera norte de Ecuador. El sector fue reforzado con policías y militares. Dos semanas después de ese violento hecho, que también dejó heridos a dos policías de la Unidad Antidrogas, se conoce que en esa zona operan grupos armados liderados por personas identificadas como ‘Sinaloa’ y ‘La Constru’. Según las investigaciones, ambas redes delictivas coordinan el paso de la droga desde el Putumayo colombiano hasta Sucumbíos.
Inteligencia documentó que para esas tareas ilegales se usan vehículos con doble fondo, informantes y personal que cuida las cargas.
Tras el ataque a la patrulla ecuatoriana, en Sucumbíos se instaló el Consejo provincial de Seguridad Ciudadana. A esa cita acudieron policías, militares, fiscales, funcionarios de la Gobernación, entre otros.
En ese encuentro resolvieron gestionar más planes de seguridad y analizaron lo sucedido con los agentes atacados. Actualmente, la investigación para determinar lo que pasó e identificar a los responsables se encuentra bajo reserva.

El gobernador de Sucumbíos, Robert Gallegos, dijo a este Diario que las indagaciones se realizan en colaboración con la Policía Internacional (Interpol) y entidades de Colombia.
El Gobernador espera que se mantenga el contingente de seguridad desplegado, más aún cuando se sabe que los grupos que operan en la zona formaron parte de las extintas FARC y que hoy se movilizan como grupos disidentes.
De los datos recopilados por los uniformados, los grupos que manejan alias ‘Sinaloa’ y ‘La Constru’ tienen injerencia en Puerto Asís, Lago Agrio, Puerto El Carmen y Puerto Mestanza, en donde precisamente ocurrió el ataque a los tres policías ecuatorianos.
En una entrevista que este Diario publicó el 13 de diciembre pasado, el general Juan Jaramillo, comandante policial de la Zona 1 (Esmeraldas, Carchi y Sucumbíos), confirmó que estas agrupaciones operan con aproximadamente 70 integrantes cada una.
Pero también aparece otra red delictiva, vinculada a una disidencia de las FARC. Según Inteligencia policial, tiene milicianos en la provincia. También son encargados de buscar más pasos clandestinos para el traslado de la droga.
En un operativo ejecutado el pasado 15 de diciembre, los militares se incautaron de 225 galones de combustible. La gasolina, que estaba oculta en un camión, es usada para el refinamiento de coca.
Ese mes ya hubo un reforzamiento de personal. Al lugar llegaron 80 agentes más. “La situación estaba bajo control, pero teníamos que reforzar el control de ingreso de drogas”, sostuvo Jaramillo. Un mes después ocurrió el ataque a la patrulla antidrogas.
Los policías detallan que el transporte de narcóticos por Sucumbíos se produce a cualquier hora. Se fija un punto de entrega y se coordina la negociación ilícita. Cada bloque de cocaína se cotiza entre USD 1 700 y 2 300 en Colombia.
Ese precio se eleva al pasar la frontera, dependiendo del mecanismo y de la complejidad para avanzar.
Posteriormente, en el mercado internacional, el kilo puede costar USD 30 000 mínimo.
En agosto del 2018, dos miembros de las Fuerzas Armadas fueron detenidos por la Policía en el sector de la Y.
Los militares transportaban una camioneta con electrodomésticos. En el refrigerador, un can adiestrado de Antinarcóticos descubrió 220 paquetes de marihuana.
Ese no ha sido el único caso. El domingo 29 de abril del año pasado, en Quito se incautaron 420 kilos de cocaína.
El alcaloide estaba camuflado en la plataforma metálica de un camión. Las primeras investigaciones indican que el vehículo salió de Lago Agrio.
Luego tenía previsto transportar el cargamento hasta las costas de Esmeraldas. Allí, una lancha rápida iba a trasladar los paquetes ilegales hasta Guatemala, México y EE.UU.
Según los trabajos realizados por personal de Inteligencia, Sucumbíos es una ruta paralela para los narcotraficantes. Mientras Esmeraldas tiene acceso al mar para usar la ruta marítima con lanchas rápidas, la provincia oriental funciona como centro de paso y acopio.
En contexto
El 30 de marzo del 2018, la Policía descubrió otro cargamento de narcóticos en Guayaquil. Los agentes señalaron que se trataba de 100 kilos de cocaína.
En ese caso, la droga salió de Lago Agrio y atravesó las provincias de Tungurahua y Chimborazo.