En Guayaquil el consumo de súper es mayor, por un tema de eficiencia del motor. Foto: Mario Faustos / EL COMERCIO
Una posible eliminación del subsidio a la gasolina súper le podría generar al Fisco un ahorro de USD 144 millones al año. El cálculo considera el subsidio de USD 0,75 por galón que recibe actualmente este combustible y una proyección del consumo de este derivado en este año.
En una entrevista con la cadena Univisión el domingo,el presidente de la República, Lenín Moreno, no descartó revisar el precio de la súper, en momentos en que el precio del petróleo se ha elevado y, con ello, el costo del subsidio a las gasolinas y otros derivados.
El Mandatario consideró que la súper es utilizada especialmente por los usuarios de vehículos de alta gama.
Para tomar una decisión, que se dará en los próximos días, dijo que está a la espera de un informe que debe entregar el Ministerio de Finanzas.
Petroecuador despacha actualmente al mercado ecuatoriano gasolina extra de hasta 85 octanos y súper de 90.
La Cámara Nacional de Distribuidores de Derivados de Petróleo (Camddepe) ha propuesto una revisión del subsidio a todas las gasolinas para evitar que la gente migre de la súper a la extra o a la extra con etanol que reciben una subvención mayor. Así, la primera tiene un subsidio de 0,94 centavos por galón y la extra con etanol, de 1,04, según datos a julio de la Camddepe.
El subsidio de ambos combustibles demandará este año USD 1 025 millones al Fisco.
El gremio propone un incremento progresivo. Para no afectar al transporte público, especialmente autos de alquiler (taxis, camionetas, etc.) plantea pensar en una ayuda directa para ese sector.
Para Leonardo Alvarado, presidente de la Asociación de Propietarios de Gasolineras del Guayas, el subsidio generalizado a los combustibles “está distorsionado”.
A su juicio, el beneficio a la gasolina súper “no ayuda al pueblo”, sino principalmente a los propietarios de autos de alta gama, que pertenecen a personas con un alto nivel adquisitivo. Por eso, el gremio plantea eliminar esta subvención.
Pero para Jorge Larco, gerente de servicio posventa de Carrera Autos, asegura que la gasolina súper no solo la emplean autos de gama alta, sino todos aquellos modelos y vehículos con tecnología moderna, en cualquiera de las gamas.
Si los vehículos no consumen el combustible con el octanaje adecuado, incidirá en un menor desempeño del vehículo, advierte Larco.
Por ejemplo, el mantenimiento al motor no se realizaría a los 10 000 kilómetros sino a la mitad del recorrido.
El directivo no está en contra de la eliminación de subsidios; sin embargo, insta al Gobierno a mejorar la calidad de los combustibles para los vehículos que componen el parque automotor del país.
“Es lo que todos pensamos: si subirán los combustibles, que mejoren su calidad”, añade.
El ingeniero automotor Alexis Ortiz explica que ahora no solo los autos de lujo tienen una “alta relación de compresión”, que es la condición que determina la potencia y eficiencia del motor. “Lo que se busca con una gasolina de mayor octanaje es que se reduzca la cantidad de autoencendido del motor o del llamado cascabeleo”, advierte el experto.
Las consecuencias de utilizar extra en lugar de súper en motores que tienen una alta relación de compresión son desde la pérdida de eficiencia del motor e incluso, si el cascabeleo es excesivo, hacer que a futuro se funda, explica Ortiz.
El catedrático Pablo Dávalos considera que los subsidios a los combustibles no deben verse como una medida para los pobres sino con una función macroeconómica, pues permite que se sostengan los precios. “Son una subvención a los precios relativos, es decir, que permite tener bajos costos en ciertos productos”, dice al señalar que una eventual eliminación le aporta poco en términos económicos y le resta margen de acción política.
Jaime Carrera, titular del Observatorio de la Política Fiscal, considera que la economía de Ecuador está en deflación, por lo que una revisión solo “estabilizará los precios”.
Además, advierte que el costo de la importación de derivados y su subsidio se financia con los ingresos petroleros.
“Nos estamos gastando el patrimonio del país, que es el petróleo, en un subsidio que favorece más a la gente con más altos ingresos. Los pobres no se favorecen de esa ayuda”, indicó Carrera.