Redacción Construir
Es una construcción de 4 500 m². Tiene dos plantas destinadas a estacionamientos y una en donde se ubica una cancha múltiple.
La cancha múltiple
La cubierta del coliseo es termoacústica y tiene tejas israelitas que impiden que el calor se encierre en el escenario y que la lluvia haga imposible una conversación.
El parqué de la cancha tiene 2×2 cm y es especial para la práctica deportiva. Tiene cuatro manos de laca ecológica, esta se mezcla con agua.
La tribuna del coliseo tiene capacidad para 550 personas. Además, cuenta con camerinos.
Los quiebrasoles del escenario tienen dos efectos: en el exterior son estéticos y adentro son útiles para la ventilación.Es el edificio anexo del Colegio Cardenal Spellman de Mujeres, de Quito. Se ubica frente al centro educativo, en la esquina de las calles Mercadillo y Versalles.
Sor Beatriz Navarro, rectora de la institución, cuenta que la necesidad de tener un espacio para estacionamientos hizo que la comunidad religiosa busque una plaza para edificar esta obra.
Actualmente el edificio está terminado en un 90%. Falta el puente que une la construcción de estacionamientos con el colegio, pasa por el lado de la calle Mercadillo.
El puente ha sido una de las partes más complicadas de esta estructura, comenta el ingeniero Patricio Paucarina. Se trata de un puente peatonal de estructura metálica, que no se ha podido instalar porque, pese a tener los permisos necesarios, no se ha podido levantar los cables eléctricos, telefónicos y de Internet.
La obra tiene tres plantas. Sin embargo, dice Navarro, solo se utilizarán dos pisos de estacionamientos y el coliseo. El primero tiene capacidad para 35 vehículos, mientras que en el otro pueden ingresar 15 carros. Además, cuenta con tres locales comerciales y dos aulas para misceláneos. Todo está hecho en hormigón con losas de 25 cm y vigas de 50 cm descolgadas.
Los acabados son de primera, porcelanato en los pisos de las oficinas y en las gradas. Las puertas interiores son de vidrio templado y las de emergencia son cortafuego, en tanto que la peatonal y la vehicular son importadas, de estructura reforzada.
En la fachada se utilizaron pintura roja y gris y piedra tungurahua. Adentro se tomaron en cuenta todos los detalles, especialmente los relacionados con la seguridad. En cada piso hay dos cajas contra incendio, cada uno con mangueras de 15 m.
La edificación cuenta también con circuito cerrado de televisión, Internet inalámbrico, telefonía y baterías sanitarias. Tiene dos ingresos, por la calle Versalles y por la Mercadillo.
Existe un extractor automático de gases, aunque al costado la obra tiene un retiro de 3 metros que, de acuerdo con la Ordenanza, también es para la ventilación.
Otra de las necesidades del colegio, añade Navarro, era la de espacios para la práctica deportiva. “Tenemos actividades como el basquetbol, el voleibol, bastoneras, grupos de baile… entonces requeríamos un área para los repasos y las competencias”.
El edificio comenzó a construirse en julio de 2008. La edificación está a cargo del arquitecto Olimpo Vizcaíno.