Edwin Alcarás
Redactor de Cultura
Desde el último piso del Hotel Quito, la ciudad parece una serpiente retorciéndose bajo el sol. Greg Spalenka (ilustrador llegado a Quito con la fantástica credencial de haber desarrollado la propuesta gráfica de la segunda parte de la saga ‘Las crónicas de Narnia’) está sentado con las piernas cruzadas y los ojos un poco sesgados por la luz.
HOJA DE VIDA
Greg Spalenka
Nació el 13 de marzo de 1958 en Arcadia, California. Estudió Ilustración en el Art Center College of Design, de Pasadena.
Ha ilustrado películas como ‘Las crónicas de Narnia’ y videojuegos como ‘Warcraft’.
Ha ganado premios en concursos como el Arte Fantástico Spectrum.
Tiene una figura delicada. Su voz, su piel, sus ojos, parecen los de un adolescente. El caso es que tiene más de 50. Pero todo él, todo lo que dice, parece llevar una vida independiente del resto del mundo. Como si hablara desde atrás de una burbuja.
Luego de breve retraso, la entrevista comienza. Ofrece un fajo de postales de su trabajo. En la primera está a una mujer extendida sobre un lago cubierto de hojas secas. Un cielo de un azul sucio y hostil enmarca la escena. Flores y mariposas muertas caen suavemente. Como en un sueño.
¿Lo ha soñado? Responde que en cierto modo todo es sueño, que la imaginación es como una catedral interior que todos llevamos dentro, que de eso se trata el arte.
¿Qué hay en los vitrales de su catedral propia?
Yo crecí siendo católico. En la iglesia, los rituales, las velas, los santos pintados en los vidrios eran mágicos. Durante la misa había una parte de mí que estaba imaginando cosas. Desde ahí empezó a crecer una catedral dentro de mí.
Como dice en su web, con una parte sensual, oscura y otra aérea iluminada…
Cuando hablo de arte hablo de una trinidad entre la mente, el cuerpo y el espíritu
Greg Spalenka
IlustradorEsas dos partes compiten y complementan lo que soy. Una parte animal pero otra espiritual. La cuestión es averiguar la dinámica de cómo funcionan juntos esos aspectos.
¿Cómo funcionan en su trabajo?
Pese a que mi trabajo entrevé escenas oscuras de la vida o de los seres humanos, siempre hay una luz o una esperanza detrás.
‘Las Crónicas de Narnia’ fue un encargo, pero ¿sintió también ahí esa mezcla entre luz y oscuridad?
En mis trabajos editoriales para revistas o cubiertas de libros, o si diseño conceptos para películas o videojuegos, naturalmente trabajo para la visión del dueño, pero también pongo una visión interna muy particular en todo.
¿Eso tiene que ver con lo que usted llama “crear una marca” a partir del trabajo artístico?
Mira, lo mejor sobre esto será que lo dibuje…
(Pide mi libreta de apuntes y extrae un par de hojas. Luego, con el inglés más sencillo del que es capaz, explica su teoría. “El sistema educativo actual -empieza- y la sociedad civilizada (ambas rodeadas por el mercado) crean corporaciones que, a su vez, establecen puestos con necesidades y exigencias específicas que nosotros debemos llenar”. Mientras hace esto dibuja un círculo grande con muchos círculos pequeños en el centro. Luego dibuja un cilindro, luego un cubo. “La sociedad, entonces te exige que te adecúes para calzar en los puestos que te da”.
En la otra hoja dibuja otro cubo. Luego traza un círculo grande con varios círculos en el centro y, al final, un cuadrado, donde se entiende que cabe nuestro cubo. Y sigue: “Lo que yo digo, en cambio, es que tú (cualquiera que sea tu capacidad) entiendas quién eres en tanto artista. Que, con tu corazón, con tu intuición, con tu virtud, entiendas quién eres, qué cosas amas. Y a partir de ahí estás en capacidad de crear tu propio lugar en la sociedad. Tú creas tu propio mercado y el mercado se adecúa a ti… Es el nuevo modelo”.
Para eso uno debería tener una fe loca en sí mismo ¿no?
La belleza de este modo de pensar es que incluso si decides entrar en el antiguo modelo tú podrás ofrecer mucho más en el puesto que consigas, desde el momento en que tu individualidad se fortalece.
Sus ideas se parecen a una doctrina espiritual…
Cuando hablo de arte hablo de una trinidad entre la mente, el cuerpo y el espíritu. Con estos tres atributos desarrollas tu visión personal en el arte, pero también a través de ellos se refleja la esencia de quién eres como individuo.
En el arte, ¿como es eso exactamente?
En la mente: tus conceptos, tus ideas; en el cuerpo: tus materiales, tus técnicas, y en el espíritu: tu amor por la vida y tu pasión por la creación. Es esta parte indefinible, esa parte de la que podemos hablar eternamente… Cuando logras armonizar estos elementos, en una habilidad altamente desarrollada, tu propuesta artística es grande.