El sospechoso del ataque en Nueva York era 'un mal padre que odiaba a Estados Unidos', según su expareja

Según la expareja del sospechosos, Rahami viajaba muy seguido a Afganistán para ver a su familia, a veces quedándose por meses. Foto: Infobae

Según la expareja del sospechosos, Rahami viajaba muy seguido a Afganistán para ver a su familia, a veces quedándose por meses. Foto: Infobae

Según la expareja del sospechosos, Rahami viajaba muy seguido a Afganistán para ver a su familia, a veces quedándose por meses. Foto: Infobae

Ahmad Khan Rahami, el afgano de 28 años sospechoso de estar detrás de los ataques en Manhattan y que la policía detuvo el lunes, era un "mal padre que odiaba a Estados Unidos, los gays y que viajaba mucho a Afganistán", según contó a los medios su expareja.

La mujer de 26 años dijo que Rahami, su novio de la escuela, no pagaba la cuota alimentaria por la hija que tuvieron juntos y que frecuentemente criticaba a Estados Unidos. "Hablaba mucho de la cultural occidental y de lo diferente que era todo de donde él venía", contó María según consigna el canal Fox News, que evitó dar su apellido para protegerla. "Hablaba de que no había homosexuales en Afganistán", agregó.

El sábado una fuerte explosión en el barrio de Chelsea, en Manhattan, dejó un saldo de 29 heridos y disparó la tensión en toda la ciudad de Nueva York. Esa misma mañana otro artefacto estalló sin generar daños y un día después un dispositivo estalló mientras la policía intentaba desactivarlo en New Jersey, una localidad vecina de Nueva York.

Tras ser individualizado como el principal sospechoso por el FBI, Rahami fue arrestado el lunes en conexión con los ataques y luego de un tiroteo en el que intento resistirse.

"Una vez, él estaba viendo televisión con nuestra hija y una mujer con uniforme apareció en la pantalla", contó María. "Y él le dijo: 'esa es una mala persona'", dijo.

Si bien las autoridades aún no saben cuándo emigró la familia de Rahami a Estados Unidos, pudieron averiguar que el presunto atacante era ciudadano naturalizado y trabajaba en un restaurante de pollo frito en Elizabeth, New Jersey, donde estalló el domingo el último explosivo.

"Nunca pensé que haría algo como esto", dijo su expareja entre lágrimas. "Creo que le lavaron el cerebro", consideró.

María contó que Rahami viajaba muy seguido a Afganistán para ver a su familia, a veces quedándose por meses. Justo antes del nacimiento de su hija, Ahmad estaba allí y no pudo regresar de inmediato porque las autoridades afganas le retuvieron el pasaporte sin dar explicaciones.

Si bien no quiso explicar a los medios por qué se habían separado, María dijo que el último viaje de Rahami a la tierra de su familia fue hace nueve años, cuando retornó con una esposa y otro hijo.

"Mi mayor miedo fue siempre que intentara llevarse a mi hija", contó.

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