Washington. AFP
La jueza Sonia Sotomayor se convirtió ayer en la primera magistrada hispana de la Corte Suprema estadounidense al obtener 68 votos a favor y 31 en contra en el Senado.
Sotomayor, hasta ayer jueza federal de una corte de apelaciones en Nueva York, es también la tercera mujer en llegar al más alto Tribunal, compuesto de nueve magistrados de cargo vitalicio.
La mayoría demócrata en el Senado votó en bloque por la candidata elegida en mayo pasado por el presidente Barack Obama. Se trata de una mujer nacida hace 55 años en el seno de una humilde familia portorriqueña del neoyorquino barrio del Bronx.
Tan solo faltó el voto del senador Ted Kennedy, ausente por enfermedad. Nueve senadores republicanos también dieron su beneplácito a Sotomayor, a pesar de la batalla en toda regla que planteó el partido durante semanas.
Sotomayor, una mujer divorciada y sin hijos, pasa a convertirse en la más alta representante de la minoría hispana en las instituciones estadounidenses, en un tribunal donde acostumbran a dirimirse las cuestiones más controvertidas del país, como el aborto, la pena de muerte, el derecho a tener armas o asuntos raciales.
La jueza, que tiene reputación de ser una apasionada de su trabajo, se unirá a la otra mujer de la Corte, Ruth Bader, de 76 años.
El presidente Obama se declaró de inmediato “profundamente agradecido” por la confirmación, y calificó el hecho como “un día maravilloso para EE.UU.”.
Desde su juventud como estudiante en las prestigiosas universidades de Yale y Princeton, Sotomayor nunca escondió su deseo de promover el ascenso social de los hispanos, y siempre prestó una atención particular a casos de discriminación racial. La jueza tiene al mismo tiempo una sólida carrera judicial a sus espaldas.