El Gabinete de Somalia declaró ayer estado de emergencia y el portavoz del Parlamento pidió a los países vecinos enviar tropas en las 24 horas subsecuentes, para ayudar al gobierno, ante el recrudecimiento de los enfrentamientos en la capital.
Dos legisladores fueron asesinados en los últimos dos días, en medio de la creciente ola de violencia entre las fuerzas del Gobierno y los islamistas de línea dura, que intentan derrocarlo.
Insurgentes de Al Shaabab arreciaron su ofensiva contra el Gobierno el mes pasado y el jueves mataron al ministro de Seguridad y a otras 30 personas en un ataque suicida con autobomba.
“El Gabinete somalí ha declarado unánimemente que el país está en estado de emergencia”, dijo un comunicado. Poco antes, el portavoz del Parlamento, jeque Aden Mohamed Madobe, había pedido a las naciones vecinas que intervinieran militarmente para rescatar al Régimen.
Las luchas en Mogadiscio, que empezaron el 7 de mayo, han provocado la muerte de cerca de 300 personas. Analistas dicen que las posibilidades de una negociación de paz se desvanecen. Reuters