El sol de Quito ahora quema más

Redacción Sociedad
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María N., 79 años, tenía unos trazos en su pómulo izquierdo, mientras le atendían en  el hospital de Solca, en Quito. Es  donde deberán    operarla para extraerle  un tumor, según el diagnóstico del     oncólogo Carlos Torres. 

José Yépez, del Registro Nacional de Tumores de Solca,  afirma que crece la incidencia de casos de cáncer de piel afectados por los rayos de sol. “Hace 20 años uno de cada 10 casos de cáncer era de piel, hoy eso se duplicó”.

El informe Epidemiología del Cáncer en Quito 2003-2005, presentado el viernes 27 de noviembre,  revela que solo en el quinquenio 2001-2005 se registraron 2 460 nuevos casos de cáncer de piel, frente a los 887 del quinquenio anterior. 

Torres y Yépez insisten que también es por falta de prevención. El lunes, el policía Alfredo Barahona, por ejemplo, apenas llevaba un gorro    y camisa manga corta. Así tenía previsto permanecer seis horas   dirigiendo el   tránsito en el norte de Quito. Y   a esa    exposición deliberada se atribuye el tumor de María.   “Me pasaba arreglando mis jardines   en pleno sol y hace tres años me salieron unos excemas y crecieron porque me despreocupé”.  

Édgar Flores, taxista de 52 años, se mostró convencido de que ahora el sol quema mucho más que en épocas anteriores. Hoy, a eso de las 08:30, mientras  trabajaba empezó a sentir los efectos de los rayos solares, ya que el cielo en Quito estaba despejado.

En las últimas semanas, ante la inesperada  prolongación del estiaje, la capital, por ejemplo,   soporta  temperaturas que han rebasado los 26ºC. Esto hace que incluso a la sombra se sienta un calor asfixiante. 

Los expertos y los médicos coincidieron en dar la razón a Flores y a quienes afirman que “antes había cómo disfrutar del sol. Sin embargo,  ahora la fuerza con que quema hace que uno más bien huya”.  

Francesco Zaratti, investigador de la Universidad Mayor de San Andrés (Bolivia), consideró que entre los factores de más incidencia en la actual situación relacionada con el impacto de los rayos solares están la reducción de la capa de ozono y la altitud de ciudades como Quito.

A eso se suma que en zonas como la Sierra centro y sur de Ecuador se registra un incremento promedio de  más de  1ºC de temperatura en los últimos 100 años. Este aumento se debe a las alteraciones o eventos extremos  climáticos   que sufre el país y la Tierra en general, según Carolina Zambrano, subsecretaria de Cambio Climático y quien encabezará la delegación ecuatoriana para la Cumbre Mundial de Copenhague.   

A su vez, Zaratti, en   su intervención en una cita latinoamericana  sobre el tema en Quito el mes pasado, señaló que el espesor de la capa de ozono en la región es menor que en otras partes del planeta.

Esta reducción es causada por  la expulsión de  gases  producidos por las actividades  cotidianas del ser humano. Estos  suman  altos contenidos de dióxido de carbono    y otros elementos, que al contacto con la atmósfera provocan reacciones químicas que destruyen la capa de ozono. 

Los científicos consideran que se trata de  uno de los problemas ambientales más graves.  Pues esta capa resulta    una especie de filtro para los rayos solares ultravioleta (UV). Pero al ser cada vez menor su espesor, deja pasar mayor cantidad de   rayos UV, en especial aquellos con denominación B, considerados dañinos.   

Aparte que los índices de radiación son altos (Quito presenta sobre los 16 UV -longitud de onda-,   frente a los  11, como valor  extremo  establecidos por  la Organización Mundial de la Salud.

Carlos Torres, cirujano  oncólogo, asegura que estas  exposiciones exageradas hacen que  las  radiaciones    UV-B produzcan quemaduras y lesiones  tumorales, incluso  cáncer de piel. “Son el resultado de muchos años de recibir las radiaciones UV”.

Bladimir Ibarra, de la Corpaire, y Zarrati adicionan  a la altitud de urbes como Quito (2 500 m)  o La Paz  (3 200 m).  Por cada   1 000 m de altitud, los índices suben entre 7 y 11, aparte que mientras más  sube más se disminuye el espesor de la  atmósfera.         
Aparte que   Ecuador al ubicarse en la zona tropical recibe los rayos solares  en forma perpendicular, por lo tanto son con mayor intensidad.

Aunque no sabe   qué son los rayos UV ni otros detalles,   Édgar Flores, 15 años como taxista,  siente que el sol le quema en especial su brazo izquierdo que lo tiene expuesto, ya  que usaba camisa manga corta y asegura que “deberé ser más   precavido”.

Consejos útiles

Evite que la piel  reciba en forma deliberada la radiación solar. Vista camisas de mangas largas para proteger sus brazos y usar sombrillas negras. 

No se exponga   a los rayos solares en forma directa entre las 10:00 a 15:00. Son las horas en que las radiaciones alcanzan los niveles más altos. 

Use protector solar  en forma permanente. Mientras más blanca sea la piel de la persona, mayor será el factor de protección que se necesite.

Acostúmbrese    a utilizar sombreros de ala, en especial negros. Así se protege el rostro, las orejas y hasta el cuello. Las gorras no son suficientes.

Apenas   detecte   manchas en la piel tiene   que acudir al médico. Aún más si ya hay úlceras, que suelen sangrar con facilidad. Pueden causar cáncer.

 

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