106 de 137 legisladores acudieron a la sesión de ayer por la tarde. El frente correísta de Alianza País no se presentó. Foto: Vicente Costales / EL COMERCIO
En su primer discurso como vicepresidenta, María Alejandra Vicuña dio pistas sobre la agenda que seguirá.
El área social será una prioridad. Ella puso un especial énfasis cuando habló sobre los programas del Plan Toda Una Vida, que fue la principal oferta de campaña del presidente Lenín Moreno.
La Segunda Mandataria también aseguró que el reto del proceso de la llamada Revolución Ciudadana es “encontrar los mecanismos adecuados para alcanzar sus sostenibilidad”. Y uno de estos, añadió, es el diálogo como método para llegar a la unidad.
Ayer, 6 de enero del 2018, la guayaquileña fue posesionada como Vicepresidenta en la Asamblea, luego de ser elegida con 70 votos del oficialismo y de la oposición. Uno más del mínimo requerido según la ley: 69.
Antes de la sesión, el frente morenista de Alianza País apostaba a que iba a lograr mínimo 73 votos a favor de Vicuña, tomando en cuenta sus votos, los de SUMA, de la Bancada de Integración Nacional (BIN) y de otros cinco legisladores de Creo.
Pero, la ausencia del legislador Fernando Flores, de SUMA, y la abstención de Esteban Bernal y Raúl Auquilla (Creo) complicaron el plan. Incluso, los votos de la bancada oficialista no estaban asegurados al 100%.
Antes de la sesión, los 45 asambleístas de la facción cercana al Gobierno fueron convocados a un almuerzo en un restaurante del norte de Quito para “consolidar la votación”. Ahí conversaron con el ministro de la Política, Miguel Carvajal. Él dijo que
los votos se lograron de manera transparente.
Más tarde, en el Pleno de la Asamblea, un baño en los pasillos del Palacio Legislativo se convirtió en una improvisada sala de reuniones.
En el baño de mujeres se vio conversar a varios legisladores. Entre ellos Karina Arteaga y Teresa Benavides. También a María José Carrión, Ximena Peña, Daniel Mendoza, Karla Cadena y algunos asesores.
Al final, ellos salieron con prisa del lugar, avanzaron al Pleno y desde sus curules consignaron el voto a favor de María Alejandra Vicuña.
Tras la sesión, ellos evitaron los micrófonos y las cámaras de los medios de comunicación. Solo Carrión aceptó una pregunta sobre el tema.
“Los asambleístas somos humanos y también vamos al baño y tomamos agua (…) tranquilo, no paso nada”, respondió la legisladora pichinchana.
Roberto Gómez, coordinador de la bancada de Creo, dijo que los asambleístas de su bloque que votaron a favor de Vicuña (Fernando Burbano, Patricio Mendoza y Franco Romero) no pertenecen al movimiento. “Han construido su carrera política durante muchos años y la forma de llevar la misma es conocida por todos”.
Los otros 17 integrantes de esta bancada votaron en contra de la moción. Y los 16 integrantes del Partido Social Cristiano (PSC) se abstuvieron.
Luego de su posesión, Vicuña salió de la Asamblea y se encontró con sus simpatizantes. Afuera se instaló una tarima para que ella se
dirigiera a la militancia como Segunda Mandataria.