Sistema Inteligente tiene un año de retraso en Quito

El cobro de pasajes en el sistema convencional de transporte sigue haciéndose de forma manual y en efectivo. Foto: Patricio Terán / EL COMERCIO

El cobro de pasajes en el sistema convencional de transporte sigue haciéndose de forma manual y en efectivo. Foto: Patricio Terán / EL COMERCIO

El cobro de pasajes en el sistema convencional de transporte sigue haciéndose de forma manual y en efectivo. Foto: Patricio Terán / EL COMERCIO

Las demoras en la aprobación de ordenanzas y en su aplicación han puesto a la ciudad en una carrera contra el tiempo, para tener listos los sistemas que se necesitan para que opere el Metro a fines del 2019.

El Sistema Inteligente de Transporte es un componente clave para la integración de los servicios municipal y convencional con el Metro. Según los planes originales, debía empezar a funcionar entre septiembre y octubre próximos, pero debido a las demoras en su contratación, ahora se prevé que esté activo entre octubre y noviembre del próximo año.

Se trata de un conjunto de equipos y esquemas de trabajo que engloba el Sistema Integrado de Recaudo, el Sistema de Ayuda a la Explotación y el Sistema de Información al Usuario. La ordenanza que regula su funcionamiento fue aprobada el año pasado, 18 meses después del primer debate.

El 21 de septiembre pasado, cuando se aprobó la norma, el entonces secretario de Movilidad, Darío Tapia, dijo que iniciar el proceso de contratación tomaría 45 días. Sin embargo, recién entre los últimos días de agosto y los primeros días de septiembre de este año se abrirá la licitación. Según el actual secretario, Alfredo León, el contrato se firmaría en octubre, con miras a que la tecnología esté operando en la red Metrobús Q (Trole, Ecovía y corredores) un año después.

La idea era adquirir un paquete completo para todos los subsistemas en manos de un solo operador, que cumpla con los requisitos técnicos que plantea la ordenanza.

Casi un año después, los planes cambiaron. León afirma que la decisión ahora es que las empresas Metro de Quito, Transporte de Pasajeros y las operadoras de bus convencional contraten el sistema por su cuenta. Pero todas deben seguir el mismo lineamiento técnico, para que puedan enlazarse cuando se concrete la interconexión de subsistemas.

El concejal Sergio Garnica, miembro de la Comisión de Movilidad, considera que contratos separados no podrían ofrecer garantías suficientes de que las tecnologías de cada empresa empaten. Se generaría -dice- un ‘Frankenstein’ que no permitiría, por ejemplo, que todos los sistemas lean correctamente las tarjetas inteligentes u otros dispositivos de cobro de pasajes.

Garnica cita el caso de la empresa Recaudo Bogotá, a cargo del sistema inteligente de Transmilenio, y que en abril pasado entró en un proceso de reorganización. La firma enfrentó problemas económicos por los retrasos en la implementación del sistema inteligente y de las interconexiones.

El Metrobús Q cuenta con un sistema de cobro centralizado, con monederos. En los buses convencionales, si bien hay avances en cuanto a caja común por operadoras, los pagos siguen haciéndose en efectivo a un controlador o azafata.

La Secretaría de Movilidad señala que, a pesar de que aún no se ha contratado el sistema inteligente de transporte, ya hay avances en cuanto al control de la flota municipal.

También hay adelantos en el sistema de información al usuario, a través de ‘apps’ móviles y Google. En este último se alerta a la gente, por ejemplo, sobre el bus que pasa por un sector, sus rutas y frecuencias. Estas últimas también están siendo reorganizadas, para alimentar al Metro.

León reconoce que los avances no son suficientes mientras no entre en marcha el sistema inteligente, y para ello hace falta financiamiento.

La propuesta de ordenanza que buscaba un nuevo esquema tarifario para el transporte urbano volvió a la Comisión de Movilidad, por decisión de una mayoría de nueve ediles en el Pleno. Se espera que en dos semanas sea tratada, para que retorne al Concejo y sea conocida en primer debate.

El concejal Carlos Páez dijo, en la sesión del lunes, que subir el pasaje no era la única alternativa, que se puede optar por modelos de subsidios cruzados; por ejemplo, como gravar el uso de las vías a usuarios de automóviles.

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