Santo Domingo de los Tsáchilas no estuvo exento del sismo de 5.8 grados en la escala de Richter, ocurrido el martes 28 de abril del 2015. A las 06:19, las personas que aún estaban en sus casas reportaron que se produjo un sacudón que no pasó desapercibido ya que todavía estaban en sus camas. Los comentarios se extendieron a las redes sociales, pero sin novedades que lamentar. El ECU 911 de la provincia Tsáchila informó que se recibieron llamadas de personas que reportaban lo sucedido.
La mayor preocupación la tuvieron los habitantes del recinto Unión del Toachi, una zona considerada vulnerable al deslizamiento de un cerro por movimientos telúricos y lluvias. Esta mañana no hubo novedades, pero los moradores salieron a la calle principal por precaución, dijo Wilson Medina, líder del Comité de Gestión de Riesgos de esta localidad de 120 familias.
En los edificios y viviendas superiores a los dos pisos, el sismo se sintió con mayor fuerza. Según un estudio del arquitecto, Víctor Torres, en Santo Domingo estos sismos tienen repercusiones intensas, debido a las características de estructuras que hay en la provincia. Por ejemplo, señala que más del 70% de las casas fueron construidas con techos de zinc, pisos de tierra y paredes sin enlucir. Estas son parte del grupo de inmuebles sin protecciones sísmicas.
Un estudio de Demanda de Vivienda del 2010, realizado por el Municipio de Santo Domingo, sostiene que apenas el 5,5% de las viviendas está construido con estructura de hormigón, cubierta de losa, cuentan con servicios de infraestructura y tienen acabados de primer orden. En ese mismo año, el censo del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos determinó que en la ciudad hay 322 368 viviendas. La densidad habitacional es de 3,2 habitantes por vivienda.