Los escombros de las viviendas en ciudades como Chamanga, Muisne, Esmeraldas son lo único que quedaron luego del terremoto del pasado sábado 16 de abril del 2016. Foto: Andrés Jaramillo V. para EL COMERCIO
El zinc de la iglesia Nuestra Señora de Guadalupe, en el poblado Pueblo Nuevo, parecía que se iba a desprender durante el movimiento telúrico de 5,4 grados en la escala de Richter, de 4 km de profundidad y con epicentro al este de Muisne, que se sintió en Muisne este 20 de abril de 2016, a las 16:30.
Los damnificados del terremoto, que se registró el 16 de abril de 2016, viven temporalmente en esa iglesia. Ellos corrieron despavoridos cuando se sintió el temblor. Carmen Torres tomó a su hija pequeña salió hasta la carretera Muisne – Mompiche. “No queremos que nuestros hijos vivan más estos sustos. Estamos desesperados, pero no tenemos a donde ir. Este es un lugar más seguro que la isla”.
Los primeros reportes del Comité de operaciones de Emergencia de Muisne no reportan daños en las estructuras o personas heridas. “Estamos averiguando aún, pero los primeros informes nos dicen que no hay problemas. Solo personas muy asustadas porque han vivido momentos muy angustiantes luego del terremoto”, señaló la vicealcaldesa de Muisne Mayra Solorzano.
Los médicos de las brigadas y los agentes de la Policía intentaron calmar a las personas que viven en los albergues. Ellos controlaron que salieran de las carpas y lugares de refugio sin que se hicieran daño. También les brindaron agua a las personas que estaban alteradas.