El sismo en Cumandá se produjo por la presión entre dos placas tectónicas

Alexandra Alvarado, directora del Instituto Geofísico de la Escuela Politécnica. Andrea Medina/El Comercio

Alexandra Alvarado, directora del Instituto Geofísico de la Escuela Politécnica. Andrea Medina/El Comercio

Alexandra Alvarado, directora del Instituto Geofísico de la Escuela Politécnica. Andrea Medina/El Comercio

La continua presión de la placa de Nazca (oceánica) sobre la placa continental provocó una nueva liberación de energía que se manifestó con un sismo que se sintió en casi todo el país, la noche del jueves 6 de septiembre del 2018.

Alexandra Alvarado, directora del Instituto Geofísico de la Escuela Politécnica Nacional, explicó que el temblor de 6.5 grados se dio precisamente por este evento que se ha presentado desde hace varios años. “El sismo de ayer fue porque la placa de Nazca, al intentar meterse al interior de la Tierra, se dobló y se produjo una fractura”.

Este evento, agregó Alvarado, está asociado a la misma zona donde ocurrió el sismo de Naranjal (Guayas), de 5.1 grados en la escala de Richter, el 1 de septiembre del 2018.

“Frente a las costas del Ecuador está produciéndose un fenómeno en el cual la placa de Nazca se mete debajo del continente. Ese proceso ya generó el sismo del 16 de abril (2016) en la zona de contacto de estas”, agregó Alvarado.

Hasta las 10:00 de este viernes 7 de septiembre del 2018, el Geofísico registró 13 réplicas pequeñas del sismo de Cumandá (Chimborazo) que ocurrió a una profundidad de 82.3 kilómetros.

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