Funcionarios del Ministerio de Educación inspeccionaron la escuela 16 de Noviembre. Foto: Cortesía EL DIARIO (MANABÍ)
Sucre fue el cantón manabita más afectado por el sismo de 6 grados en la escala de Richter, que se registró el domingo en San Vicente (Manabí).
De las 20 construcciones afectadas en toda la provincia, 17 están en Sucre. Esos daños incidieron en el sector turístico de Bahía de Caráquez, la cabecera cantonal.
El presidente (e) de la Asociación Cantonal de Hoteleros, Wladir Villagrán, señaló que la infraestructura turística registró daños únicamente en la mampostería, y destacó que los 17 hoteles que tiene la ciudad están operativos.
Sin embargo, hoteleros y comerciantes del cantón están preocupados porque dicen que los turistas tienden a alejarse luego de un sismo.
Norma Fariño, operadora turística la parroquia Charapotó, señaló que hasta mediados de noviembre, en las playas de San Jacinto ya se había reservado el 50% de la plaza hotelera para el feriado de Navidad.
Pero el temblor del 17 de noviembre en Guayaquil hizo que se cancelara el 30% de las reservas. “Desde el sismo las visitas disminuyeron en San Jacinto y San Clemente”.
El lunes, 4 de diciembre del 2017, Fariño recibió la llamada de una familia de Quito que había reservado la cena navideña y el hospedaje entre el 22 y el 25 de diciembre del 2017 en el hotel San Jacinto. Ellos cancelaron las reservaciones. “Son clientes de toda la vida y por los temblores los estamos perdiendo”.
El alcalde de Sucre, Manuel Gilces, indicó que el Comité de Operaciones de Emergencia (COE) cantonal revisó las instalaciones afectadas por el sismo y determinó que los daños son leves. Incluso, en los hoteles donde hubo paredes agrietadas, estas ya se repararon.
El sector turístico programó varias actividades para los turistas que visiten Sucre durante los próximos feriados. “El problema más grave es la especulación en redes sociales. Eso hace que perdamos reservaciones”.
Con el fin de buscar alternativas para atraer a los turistas locales, la Cámara Cantonal de Turismo se reunirá esta semana para organizar nuevas actividades durante los próximos días de asueto.
Sin embargo, los moradores de la avenida 3 de Noviembre, ubicada junto al malecón de Bahía de Caráquez, señalaron que para atraer viajeros deben concluir las demoliciones y reparaciones en la zona céntrica. En ese sector se reparan cinco edificios y están pendientes por demoler otros dos.
Uno de esos es El Almirante, que resultó afectado por el terremoto. El domingo, 3 de diciembre, varias paredes de ese edificio se desmoronaron, afirmó Esperanza Santana, de 60 años.
Unas seis personas que caminaban por el lugar corrieron hasta el malecón para evitar que les cayeran los escombros. “Fue un susto terrible. Tal vez si hubiera durado más se hubiera desplomado”, dijo Carlos Guamín, obrero de una de las edificaciones.
Gilces reconoce que los dos edificios ponen en riesgo a los moradores. Por eso, se programó con el Ministerio de Transporte y Obras Públicas la demolición del inmueble, que estará a cargo de la empresa española Tragsa que ya realizó tres derrocamientos en la ciudad de Portoviejo.
La demolición estaba prevista para el 20 de diciembre, pero debido al temblor se analiza una posible postergación. La idea es que esos trabajos no incomoden a los turistas que visiten Bahía durante esos días.
Según Carlos Sánchez, de Tragsa, la demolición se hará por implosión y la recolección de los escombros tardará entre dos y tres días.
El 3 de diciembre, personal del COE cantonal recorrió las infraestructuras afectadas y las parroquias de Charapotó y San Isidro. Según el informe que presentaron los técnicos, en esos sectores ya se restableció al 100% el servicio eléctrico y de agua potable, que fue interrumpido tras el temblor.
El subsecretario de Gestión de Riesgos, Ricardo Peñaherrera, señaló que personal de esta entidad también recorrió las zonas afectadas y no encontró novedades.
Además, está evaluando la falla geológica El Reencuentro, en la parroquia rural de San Isidro. Allí, en el terremoto del 2016 se registró hundimientos en unas 100 hectáreas.
Por eso, los moradores temen que con estos nuevos sismos ocurra algo similar. Ellos escuchan ruidos y pequeños temblores debajo de la tierra. Pero Peñaherrera aseguró que según los primeros reportes no hay novedades en esa zona. “Pero van a continuar los estudios”, informó.
En contexto
De los 20 hoteles en Bahía que se cayeron tras el terremoto del 2016, 17 están operativos. Actualmente, la cabecera cantonal de Sucre cuenta con 900 plazas de hospedaje. En los sectores rurales (San Jacinto y San Clemente) hay 80 plazas disponibles.