Oposición dice que elección de Bashar al Asad es ilegítima y continuarán con protestas en Siria

Protestas contra el régimen sirio de Bachar al Asad. Foto: EFE

Protestas contra el régimen sirio de Bachar al Asad. Foto: EFE

Protestas contra el régimen sirio de Bachar al Asad. Foto: EFE

La oposición siria tildó este jueves 5 de junio de "ilegítima" la elección del presidente Bashar al Asad y aseguró que la revuelta continuará, mientras que el régimen cosechaba el apoyo de su principal aliado, Rusia.

Asad fue declarado vencedor de las presidenciales celebradas en zonas controladas por el régimen con el 88,7% de los sufragios.

La autodenominada coalición nacional siria reaccionó en un comunicado señalando que "la elección es ilegítima y no representa al pueblo sirio".

"El pueblo continuará su revolución hasta que se cumplan sus objetivos a favor de la libertad, la justicia y la democracia”, añadió.

Una fuente cercana a la presidencia afirmó a la AFP que Asad prestará juramento y pronunciará un discurso ante el Parlamento el 17 de julio.

El gobierno sirio actual dimitirá en pleno para que Asad nombre a un nuevo gabinete, indicó la misma fuente.

Según la prensa gubernamental, Asad, que dispone de un mandato de siete años, se centrará en la reconstrucción de un país en ruinas.

En un país devastado por tres años de guerra, 11,6 millones de personas de los 15,8 millones de electores acudieron a las urnas, según los datos oficiales.

Para el jefe de la oposición en el exilio, Ahmad al Jarba, "los dictadores no son elegidos. Se mantienen en el poder por la fuerza y por el miedo. Estas dos razones obligaron a los sirios a participar en esta pantomima".

"No puede ignorarse la opinión de millones de sirios, que acudieron a las urnas a pesar de la amenaza (...) terrorista y escogieron la opción de futuro para el país”, declaró en cambio el portavoz del ministerio de Relaciones Exteriores ruso, Alexandre Lukashevich.

La elección se llevo a cabo únicamente en las zonas controladas por el régimen, es decir, en el 40% del territorio donde vive el 60% de la población, así como en las grandes ciudades de Alepo y Deraa, divididas entre el régimen y rebeldes.

"No hay motivo para dudar de la legitimidad de esta elección”, añadió el portavoz ruso.

La próxima batalla, la reconstrucción
Todos los diarios este jueves traen en portada una foto de Bashar al Asad, vestido de traje y corbata.

"El pueblo, el ejército y su dirección empiezan ahora una nueva etapa hacia un futuro muy difícil. La próxima batalla será la reconstrucción”, señala el diario gubernamental Techrine.

La revuelta pacífica iniciada en marzo de 2011 evolucionó rápidamente hacia una insurrección armada, tras la brutal represión gubernamental. Posteriormente, el conflicto se convirtió en una guerra total, que ha arruinado el país y ha dejado 162 000 muertos y nueve millones de desplazados y refugiados.

Según los resultados definitivos, los otros dos candidatos, Hasan al Nuri y Maher al Hajar, obtuvieron un 4,3% y un 3,2%, respectivamente.

Las celebraciones de la reelección de Asad dejaron tres muertos por disparos en Damasco y unos 20 heridos en Alepo (norte) , según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH) .

La televisión oficial Al Ijbariya difundió en directo escenas de alegría popular. "Que Dios proteja a nuestro líder Bashar al Asad”, gritaban partidarios del presidente en las calles.

"Los combates continuarán"
"Todo el mundo quiere una solución política, pero esta no puede producirse con Asad en el poder”, dijo a la AFP Thaer, un militante que permaneció hasta el final durante el asedio de la ciudad vieja de Homs (centro), para quien la reelección de Asad significa que "los combates continuarán".

Los países occidentales, que apoyan a la oposición siria moderada, denunciaron la celebración de las elecciones en un país inmerso en una guerra civil y reiteraron su llamamiento a una solución política.

Washington denunció el resultado, cuando millones de personas no pueden votar, mientras que Bruselas calificó esta elección de "ilegítima".

"Asad no tenía legitimidad antes de esta elección, y tampoco después. Esta elección no tiene nada que ver con una verdadera democracia”, dijo el jefe de la diplomacia británica, William Hague.

Suplementos digitales