Redacción Sociedad
Martha Vásquez quería que el segundo embarazo sea igual que el primero, sin problemas. Pero a los seis meses de gestación los médicos de la maternidad Isidro Ayora, de Quito, le dijeron que pudiera tener gemelos.
Tras esta sospecha se hicieron varias ecografías y se confirmó que esperaba siamesas. La madre, de 24 años, no sabía qué significaba aquello y los doctores le dijeron que las niñas nacerán unidas por algún órgano. Así fue y a las 15:00 del sábado último nacieron Valentina y Julieta. Ambas comparten el tórax y el abdomen, pero no el corazón, pulmones, hígado, riñón ni las extremidades.
Por ello, el médico ginecólogo Alfredo Jijón, quien sigue el caso, dijo que tras la intervención existen altas posibilidades de vida. Para la operación, los especialistas esperarán que vivan seis meses.
Luego se analizará si la cirugía se realiza en el país o no. El médico pediatra Javier Jijón, quien también conoce el tema, adelantó que los hospitales del país están preparados para la intervención.
El parto de Vásquez ocurrió en el Hospital Metropolitano de Quito tras un acuerdo con la maternidad Isidro Ayora. Y ahora las niñas se recuperan en una termocuna del servicio de Neonatología.
Alfredo Jijón reconoció que la cesárea fue especial y ocurrió a las 36 semanas y media de gestación. “Se abrió el útero de arriba hacia abajo, pero todo salió bien”.
A tres días de dar a luz, Vásquez, quien vive en Otavalo (Imbabura) y de escasos recursos, salió con el alta médica. Desde entonces casi no se ha movido del hospital. Ayer llegó a las 10:30 y lo hizo con su primera hija. Su esposo, Andrés Guerra (19 años), no esperaba esta situación. Los jóvenes esposos piden ayuda para alimentos y leche. Por lo pronto, los ministerios de Salud y de Inclusión Social se comprometieron a cubrir los gastos hospitalarios y de cirugía.
Incluso se dijo que se destinará una auxiliar de enfermería para que atienda en el domicilio cuando las niñas reciban el alta.
Los médicos se mostraron sorprendidos con este caso, porque puede presentase en uno de cada 200 000 nacidos vivos. Hace cuatro años se presentó un caso en el hospital Baca Ortiz, pero las siamesas Guadalupe y María fallecieron una semana después de haber nacido.
En Brasil, las siamesas cumplieron un año. Las pequeñas están unidas por el tórax, abdomen, cadera y tienen tres piernas. La ciencia no conoce exactamente por qué se da este problema.