Servicios en unidades médicas se ofrecen con normalidad, pacientes sortean obstáculos para llegar

El ausentismo en el centro de salud Las Casas alcanza un 40%. Foto: EL COMERCIO

El ausentismo en el centro de salud Las Casas alcanza un 40%. Foto: EL COMERCIO

Atención en emergencias del centro de salud Las Casas, en Quito, fue normal, cerca de las 12:00 de este miércoles 9 de octubre de 2019. Foto: Valeria Heredia/EL COMERCIO

Con un collar ortopédico alrededor de su cuello, Kerly Guarusha acudió este miércoles 9 de octubre del 2019 a su cita médica en el Hospital Eugenio Espejo, de Quito. Cuando llegó a la casa de salud vio las puertas cerradas. Esto no fue un impedimento para ingresar; mostró su turno y le direccionaron al área de traumatología, para que cumpla con su chequeo médico.

“La atención y los exámenes se realizaron con normalidad”, relata la joven de 18 años, quien días atrás sufrió una fractura fuerte en su cuello. Ella cuenta que sí tuvo miedo de que no le atendieran producto de las movilizaciones que se registraron este miércoles 9 de octubre del 2019 en este sector aledaño a la Asamblea Nacional.

Afortunadamente -dijo- pudo cumplir con su cita y sacó turno para el próximo chequeo médico, en el que se constatará la evolución de su fractura. “Con mi mamá madrugamos para que me atiendan los médicos. No quería perder la consulta”.

El ausentismo en el centro de salud Las Casas alcanza un 40%. Foto: Valeria Heredia/EL COMERCIO

Eduardo Viteri es un paciente de medicina interna del Hospital Eugenio Espejo. Él acudió para retirar los medicamentos que le ayudan a combatir una enfermedad crónica. “Los médicos sí me atendieron y me dieron los fármacos que me corresponden”.

A Eduardo, los medicamentos le duran tres meses, por lo que no puede perder este tipo de chequeos. Así que tuvo que sortear varios obstáculos como cierres viales y falta de buses. Llegar desde su casa en el sector de El Condado, en el norte de Quito, hasta el Hospital Eugenio Espejo, en San Blas, en el centro, le tomó dos horas y 45 minutos. “Lo bueno es que me atendieron sin problemas”.

En un comunicado del Ministerio de Salud, emitido el martes 8 de octubre del 2019, se explica que hay “una atención normal en el servicio de emergencias” tras la irrupción de un grupo de personas que fueron dispersados de la Asamblea Nacional. Antes de ser desalojados, ocasionaron daños en la infraestructura del hospital y en los vehículos estacionados. Personal médico y pacientes no fueron afectados.

Poca afluencia de personas en el Hospital Carlos Andrade Marín, del IESS, en este día miércoles 9 de octubre del 2019. Foto: Valeria Heredia/EL COMERCIO

Aunque en videos se observa también que un grupo de manifestantes, algunos indígenas ingresaron para pedir atención y en algunos casos refugiarse luego de que la Fuerza Pública les lanzara bombas lacrimógenas.

Junto al Eugenio Espejo está el Hospital Gineco obstétrico Isidro Ayora. En este espacio también se atiende con normalidad, pese a que se registraron inconvenientes en la unidad de neonatología, producto de las manifestaciones. “Todos los neonatos están a buen recaudo con sus madres”.

Las atenciones a los pacientes se desarrollan sin problemas. Victoria Segarra acompañó a su hija de 22 años, quien está embarazada de cinco meses, para hacerse chequeos. La joven ingresó sola por la calle Luis Sodiro para ir a su cita. Se demoró 30 minutos aproximadamente. Luego de ello, salió con suplementos alimenticios y su próxima cita para control de embarazo. “Están atendiendo tranquilamente”.

Para cumplir con la cita también sortearon varios obstáculos. Ellas viven en el sector de Pisulí y se demoraron tres horas en llegar a la maternidad. “No hay muchos buses, por lo que no podemos llegar pronto”.

En centros de salud como el de Las Casas también se registra una atención normal, pero hay pacientes que no llegan a sus citas producto de las paralizaciones en el país, explica Juan Pablo Barbecho. Él es médico familiar y responsable de esta unidad médica.

Diariamente se atiende cerca de 250 personas; pero debido a las movilizaciones tienen un ausentismo de hasta el 40%. “Hay flujo de pacientes pero sí se ha reducido”.

A los pacientes que han solicitado citas se les atiende rápidamente y aquellos que no alcanzaron a llegar se les reagenda dentro de los próximos 15 días.

Sobre el personal médico, Barbecho señala que quienes no alcanzaron a llegar a esta unidad de salud se han presentado en otras cercanas a sus domicilios. “Nosotros también hemos recibido médicos que trabajan en el sur y no han podido llegar, por lo que permanecen aquí”.

Hoy, por ejemplo, hay un ausentismo del 40% (25 de los 48 profesionales médicos) pero ha recibido 40 médicos de otros centros de salud. “La decisión se tomó desde el primer día de paralizaciones para optimizar los servicios”. Hay un abastecimiento normal de medicamentos.

En este centro de salud sí han recibido heridos por las manifestaciones. Un total de cinco personas han sido atendidas.

En el Hospital Carlos Andrade Marín (HCAM), del Seguro Social, se activó un plan de contingencia desde el jueves 3 de octubre del 2019, inicio de las movilizaciones. “Hasta el momento hemos brindado atención normal en todas nuestras áreas de hospitalización, emergencias, procedimientos quirúrgicos y consulta externa”, señala Juan Páez. Él es gerente del HCAM.

Como parte del plan de contingencia se prevé la evacuación de pacientes sin riesgo, en caso de que lo amerite. Hay camas para emergencias, revisan continuamente cómo está el banco de sangre y el proceso de reabastecimiento, abastecimiento de fármacos e insumos médicos y la preparación de áreas críticas como Unidad de Cuidados Intensivos.

María S. asistió a la cita odontológica de su hijo en el HCAM. No quería perder el turno, por lo que tuvo que caminar cerca de 30 minutos hasta la casa de salud. Afortunadamente -dice- vive en el sector del Itchimbía, por lo que no hubo mayores problemas para trasladarse a pie.

En hospitales privados como el Vozandes, ubicado en el norte de Quito, también se realizan planes de contingencia para garantizar la atención de los pacientes, es decir, para que la casa de salud esté 100% operativa, dijeron.

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