Washington Pesántez es formal hasta en sus desplazamientos de campaña

El candidato Washington Pesántez acudió a una entrevista en Radio Élite. Fotos: William Tibán para EL COMERCIO

El candidato Washington Pesántez acudió a una entrevista en Radio Élite. Fotos: William Tibán para EL COMERCIO

En el restaurante El Rey, de Latacunga, el presidencial Washington Pesántez (centro), almorzó con candidatos a la Asamblea por Unión Ecuatoriana. 

El chamán lanzó una primera bocanada de licor al candidato a la presidencia, Washington Pesántez. Pero antes de que el líquido llegara a su rostro, lo esquivó ágilmente.

Sonrió. Luego respiró y volvió a colocarse para recibir las bocanadas. No podía eludirlas; eran parte de un ritual indígena en la plaza de Santo Domingo, de Latacunga (Cotopaxi), que se incluyó como parte de su agenda de campaña.

El presidenciable por la lista Unión Ecuatoriana llegó temprano ese martes 17 de enero. Salió a las 07:00 desde su casa, en el Pinar Alto, una zona residencial de clase media alta en el norte de Quito.
Vestía un terno azul marino, corbata roja (los colores de su partido), camisa blanca almidonada y zapatos de suela negros bien lustrados.

A él no le incomoda la formalidad cuando camina para pedir el voto popular. Durante todo el día, solo en dos ocasiones se quitó la leva y se aflojó la corbata: al momento de almorzar y en la ceremonia indígena.

Los chamanes José Tigasiy José Logo usaron ramas de ruda, humo de cigarrillo y piedras energéticas para darle fuerza y quitarle “la brujería” que alguien -no dijeron quién- había invocado en su contra.

El candidato Washington Pesántez acudió a una entrevista en Radio Élite. Fotos: William Tibán para EL COMERCIO

El exprofesor que dio clases en una comunidad de Guamote se moviliza en una van que se ha convertido en una minicentral de campaña móvil. En la cajuela se cargan las banderas, papelería y camisetas.

En la cabina, en cambio, Pesántez se pone al día sobre lo que ocurre en la vida política. Cuando no está revisando los periódicos nacionales prefiere escuchar la radio.

Ese 17 de enero, antes de llegar a Latacunga, pidió a sus acompañantes -tiene un conductor y un integrante del equipo de seguridad cerca- que suban el volumen para escuchar la entrevista que le hacían a uno de sus contendores. Muy cerca, en la carretera, otro vehículo con más colaboradores lo sigue.

Desde Quito hacia Latacunga hay 110 kilómetros. Esperaban llegar a las 08:00 a su destino, pero el equipo de logística no tomó en cuenta el contraflujo en sentido sur-norte, a la altura de los túneles, en la av. Mariscal Sucre. El candidato reclamó. La impuntualidad le molesta. El viaje le llevó dos horas de recorrido.

No tuvo tiempo para desayunar. Fue directamente a su primera entrevista en Radio Élite. Ante los micrófonos recordó que estudió la secundaria en Pujilí. Por eso se considera un cotopaxense más. Lo escuchaban algunos de sus simpatizantes de Unión Ecuatoriana que fueron a la radio.

El chamán José Tiguasi hizo un ritual para darle fortaleza al presidenciable.

Hernán Cago, de 24 años, fue desde Zumbahua para ofrecerle su apoyo. Lo mismo hizo Guillermo Molina, jubilado de 77 años. Lo respaldan -dicen- porque lo consideran un “hombre de bien”.

Al salir de la radio, una veintena de seguidores lo acompañó en un recorrido. Cuatro personas se acercaron para pedirle que pose para una ‘selfie’. Lo hizo sonriendo. Luego fue a la Radio Novedades. Ahí prometió mejorar las operaciones en el aeropuerto de Latacunga.

El martes tuvo siete entrevistas en medios de comunicación. Su agenda apretada impidió que se desvíe para comer chugchucaras, como tenía previsto. Almorzó arroz con menestra, pollo y gelatina, en un restaurante cercano.

En la tarde caminó 14 cuadras hasta la plaza de Santo Domingo. Ingresó a un círculo de pétalos de rosas y claveles que se colocó sobre las piedras de la plaza. Ahí fue el ritual indígena. Después se presentó a los candidatos provinciales a la Asamblea. Al ritmo de un sanjuanito interpretado por una banda de pueblo Pesántez también bailó.

15 horas después de iniciar su jornada, a las 21:00, él salió de Latacunga a Quito. Los vehículos pararon para recargar combustible. La cuenta fue de USD 80. Pesántez pagó con su tarjeta de crédito. “Estoy invirtiendo de mis ahorros”.

Datos curiosos

Washington Pesántez, para realizar sus actividades de campaña, deja su consultorio jurídico en Quito, que es su principal fuente de ingresos económicos. También dicta cátedra en varias universidades nacionales e internacionales de postgrado. Sus compañeros de partido aportan para los recorridos.

El candidato de Unión Ecuatoriana prefiere la comida típica. Su plato preferido es el caldo de gallina. En Latacunga almorzó en un restaurante del centro y fue invitado a cenar en la casa de una de las candidatas a la Asamblea. Por las actividades de campaña no siempre tiene un horario para alimentarse.

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