Y uno de sus cofundadores, Sergey Brin, es quien más firme se ha mostrado en este inusitado desafío al poderío chino.´
A los activistas chinos pro libertad de expresión, en estos días se han sumado otras compañías que también se sienten amenazadas por China.
Sin embargo, esta polémica, que comenzó el 13 de enero y continuó toda la semana pasada, no tiene una sola explicación. Para muchos de quienes se avalanzaron a los foros virtuales a comentar el hecho, no se trata más que de una estrategia de Google para salir con la cabeza en alto de China, donde al parecer sus operaciones no son tan rentables.
Otro factor, especulan otros, pudiera ser la supremacía del buscador chino Baidu, que duplica la captación de mercado, que Google ha logrado en China. En todo caso, Brin volvió a copar los titulares y a ser protagonista en los foros virtuales.