La señalética de la avenida Simón Bolívar, en Quito, esta malas condiciones. Foto: Eduardo Terán / EL COMERCIO
El crecimiento de la maleza sumada al paso del tiempo, la lluvia y el calor han pasado factura a la señalética de la avenida Simón Bolívar, ubicada en el oriente de Quito. Se trata de una de las más transitadas del Distrito, con un promedio de 50 000 vehículos que circulan diariamente.
Este Diario hizo un recorrido en esa ruta y detectó que hay letreros en malas condiciones. 80 metros más arriba del puente de Guápulo se detectó que las plantas y maleza ubicadas al filo de la vía tapan el letrero que advierte sobre posibles derrumbes del talud.
A pocos metros falta una de las pancartas superiores de la vía, la cual muestra los diferentes puntos a los que conduce la avenida, de 58 kilómetros de longitud.
También hay letreros grafiteados con spray. Otros están doblados o torcidos. Las puertas del contraflujo están en proceso de mantenimiento, con su estructura metálica interna a la vista. Las planchas que las cubren todavía no son colocadas.
“Hay un buen tramo de señalética que no está planificada y tampoco se le ha dado el mantenimiento correspondiente”, manifestó Miguel Vega, representante de Univalles, un colectivo que agrupa a los taxis que brindan servicio en los valles aledaños a Quito y todos los días circulan por la Simón Bolívar. A su juicio, los daños en la señalética generan accidentes y se deben implementar más pancartas de advertencia de reducción de velocidad.
Lo mismo opina Patricio Borja, quien se moviliza casi todos los días por esta avenida para visitar a sus familiares. A veces –asegura el conductor- por la falta de letreros se desconoce cuáles son los puntos con curvas peligrosas y en donde se debe disminuir la rapidez de los carros.