El Centro de Gestión de la Movilidad será el encargado de monitorear las 24 horas del día los cruces del intercambiador, cuando los semáforos empiecen a funcionar bajo el sistema adaptativo. Foto: Eduardo Terán / EL COMERCIO
Los semáforos que se encuentran localizados en el intercambiador Granados funcionarán a través de un sistema adaptativo, es decir, que los tiempos se regularán automáticamente en función de la cantidad real de automotores que circulen a lo largo del día en esa zona.
Previo a ello la Empresa Pública Metropolitana de Movilidad y Obras Públicas (Epmmop) trabajará en la evaluación y configuración de esos semáforos.
Una vez que los semáforos empiecen a funcionar bajo el sistema adaptativo, el Centro de Gestión de la Movilidad será el encargado de monitorear durante las 24 horas del día los cruces del intercambiador para de esa forma generar mejoras en la movilidad.
Sergio Torres, quien circula por ese intercambiador a diario para dirigirse a su trabajo, considera que es una buena medida el tener semáforos que funcionen de acuerdo a las necesidades reales. “En ocasiones hay más carros de un lado y no del otro, pero por el semáforo el tránsito no fluye como debería. Todos los semáforos de la ciudad deberían funcionar bajo ese sistema”.
Para Estefany Pérez es necesario que también se tome en cuenta al peatón. “En muchos lugares de la ciudad el peatón no es tomado en cuenta. Los cruces semaforizados también deben estar pensados en nosotros”.
Según datos de la Alcaldía de Quito alrededor de 480 000 vehículos circulan a diario por las calles capitalinas, de los cuales 60 000 ingresan a la ciudad por el nuevo intercambiador.