Alejandro
Ribadeneira
Coeditor de Deportes
alejo@elcomercio.com
Se acaba el año y la Federación de Fútbol de un pequeño país platanero fracasa en su búsqueda de director técnico. ¿Qué pasó? ¿Por qué los candidatos a dirigir esa gloriosa selección prefieren firmar para clubes? Quizás el diálogo del Presidente de dicha Federación con uno de los candidatos nos dé pistas:
“Señor Ronco, no sea malito, firme con nosotros, cierto que no vamos al Mundial pero tenemos otros atractivos. Por ejemplo, jugamos regularmente amistosos muy productivos con equipazos de la talla de Haití y Perú. ¿Y esa mueca? ¿Qué le parece una vergüenza el sueldo que le ofrecemos? Eso mismo nos reclamó el señor Pie Grande.
Pagamos menos pero a cambio siempre tendrá nuestro respaldo: le pondremos en la cancha once técnicos que lo ayuden, como hicimos con su antecesor. ¿Qué dice? ¿Que asaltaron a un amigo suyo y que prefiere vivir en un país más seguro? No se estrese, señor .
Ronco, la inseguridad es una percepción nomás. Se lo digo yo, que soy político. ¿Qué dice? ¿Que no le genero confianza? ¿Que mejor se va a Brasil? No sea malito, quédese. Se fue. Ni modo.Secretario, llame al siguiente de la lista. ¿Qué cosa? ¿Que ese candidato ya se va a Qatar? Chuta. Mejor digamos a Rafael que se quede nomás.