La Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos (Wola) presentó ayer en Quito los resultados del estudio de Sistemas sobrecargados: Leyes de drogas y cárceles en América Latina.
“En Ecuador, una madre soltera, analfabeta, que transporta unos gramos de droga para mantener a sus hijos puede acabar más años en la cárcel que un asesino”, enfatizó Coletta Youngers, asesora principal de la Oficina.
“Esto es una injusticia, pero también es inefectivo: los hijos quedan en la calle posiblemente delinquiendo y ella con antecedentes penales que le impide después tener empleo, lo que fomenta la reincidencia. Mientras tanto, por estarla persiguiendo, los policías dejaron de perseguir a sicarios que matan a sangre fría”, agregó Youngers. La funcionaria asiste al foro “Políticas de drogas y seguridad ciudadana: enfrentando el reto en Ecuador”, que se realiza en el Instituto de Altos Estudios Nacionales (IAEN).
El estudio dirigido por el Transnational Institute (TNI) y Wola nota que Ecuador tiene una de las peores leyes de drogas, porque no distingue entre los diferentes niveles de involucramiento en el tráfico y tiene sentencias desproporcionadas a los delitos cometidos.
La ley es tan incongruente -según Wola en un comunicado- que una persona que porta pocos gramos de marihuana puede acabar cumpliendo una sentencia igual que una persona acusada de transportar kilos de cocaína.