La vigilia se mantiene en la cárcel de Cuenca

Las calles aledañas  Padre Aguirre y Santa Teresita, en el Centro Histórico de Cuenca, fueron cerradas al tránsito vehicular y peatonal desde las 18:30 de ayer, para la reconstrucción de los hechos por la muerte de Juan Serrano, de 36 años, hermano del Ministro del Interior, José Serrano.

Más de un centenar de uniformados de la Policía Judicial, de Criminalística y de Inteligencia de varias ciudades del país participaron en esta diligencia que empezó a las 19:30. También fiscales, peritos, abogados, 27 testigos y los cinco jóvenes detenidos por esta muerte.

Familiares y amigos de los detenidos, curiosos y vecinos de la zona se ubicaron al pie de las cintas amarillas colocadas para impedir el paso de la gente. Desde esos  ángulos, los familiares gritaban consignas exigiendo justicia y transparencia en las investigaciones.

Se conoció que esta diligencia tomaría varias horas porque debían evacuar el testimonio de cada uno de los testigos y de los detenidos. Mientras tanto, los familiares de los arrestados no han abandonado los exteriores de la cárcel de Cuenca  desde la noche del viernes, cuando  debían  ser trasladados  a otros centros de detención. Según el gobernador de Azuay, Humberto Cordero, la decisión del traslado fue del Ministerio de Justicia, por pedido del  progenitor de dos  detenidos.

Pero uno de los   abogados defensores, Eduardo Moreno, lo desmintió. Dijo que presentaron una denuncia porque hay  amenazas contra los padres de los acusados,  que  pidieron ser  parte del programa de Víctimas y Testigos.

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