Los hermanos de María José y Marina están en Montañita. Felipe Coni (izq.) y Marcos Menegazzo (cen.) recorren los últimos sitios que visitaron la jóvenes argentinas. Foto: Mario Faustos / EL COMERCIO
El miércoles 2 de marzo del 2016, Marina Menegazzo hubiese cumplido 22 años. Su hermano Marcos contó que pensaban preparar una fiesta en Mendoza (Argentina), con su familia y amigos. Y dentro de una semana más habría sido madrina de bautizo de su sobrino.
Pero los planes se truncaron. La tarde del miércoles 2 de marzo, Marcos Menegazzo y Cristian Pisano, cuñado de Marina, llegaron a Montañita (Ecuador) para recoger las últimas pisadas de la joven argentina, quien fue asesinada junto a su amiga María José Coni en el balneario de Santa Elena.
Aunque las autoridades aseguran que el caso está resuelto, los familiares insisten en que peritos argentinos lleguen a Ecuador. No creen que los cadáveres, que se mantienen en los nuevos laboratorios de Criminalística de Guayaquil, sean los de las jóvenes Marina y María José. “Los cuerpos que nos mostraron están irreconocibles“, dijo Pisano. Las familias esperan los resultados de las pruebas de ADN que solicitaron.
Versiones contradictorias
Un taxista dice haber trasladado a las dos turistas hasta la casa de Segundo P., el supuesto autor de los asesinatos. Él relató que cerca de las 20:00 del lunes 22 de febrero de 2016 detuvo su vehículo en la carretera para atender el llamado de los dos hombres (ahora detenidos) y las dos turistas.
Según él, abrió la cajuela, guardaron las mochilas y las trasladó junto a Eduardo D. hasta la vivienda ubicada en el barrio Nueva Montañita, donde la Policía halló posibles evidencias del crimen. “El otro señor, el guardia, se quedó”, dijo.