Según usted, los asesinatos violentos en Guayaquil tienen que ver con gente involucrada en tráfico de drogas.
Lo que he dicho concretamente, y me ratifico, es que con gran parte de estos asesinatos que conmocionan, encontramos que la gran mayoría tenía que ver con ajustes de cuentas. En esos casos, los asesinados tenían antecedentes penales. Y lo que hice, y me ratifico, es definir cuáles eran los casos y di ejemplos. Uno de ellos, el de tres personas asesinadas, dos con antecedentes penales. El móvil fue con tiros en la cabeza.
El 32% de los asesinados entre enero del 2010 y marzo de este año tenía antecedentes penales. ¿Es esa una gran cantidad?Si revisa esas cifras, es bastante.
¿Qué se hace al respecto?
Primero la investigación, que puede tomar uno o dos meses, no sabemos el tiempo específico y eso va a determinar qué fue lo que sucedió. Por eso ya en detalle hay que separar lo que es delito común y delito organizado. El primero se combate con patrullajes, con el control de bares y discotecas; el organizado se combate con inteligencia. He ahí una estrategia específica del Gobierno, de mejorar la capacidad de investigación de la Policía Judicial, asignándole su propio presupuesto, mejorando su infraestructura, su equipamiento.
Parecería que la Policía utiliza diferente rasero para determinar qué casos son de investigación urgente. Con los dos gendarmes asesinados en marzo pasado se actuó rápido, hasta se pagó recompensa; en otros casos no.
Nómbreme un caso…
No recuerdo ahora…Hablemos con cifras. Aquí lo que le puedo decir es que, más allá de que actualmente está en la palestra el robo a un Asambleísta de un determinado partido, aquí hemos actuado con toda la diligencia necesaria. Consideramos que no hay ciudadanos de segunda, tercera o cuarta categoría.
¿Se actúa con la misma celeridad en todos los casos?
Por supuesto, hay casos que se resuelven más rápido, otros en mayor tiempo por la complejidad de los mismos. Pero aquí no dejamos suelto ningún caso. Eso en función de la capacidad de respuesta de la Policía, que ha mejorado notablemente. Lo ideal sería tener más policías dedicados a la investigación, porque ese es un factor determinante para poder contrarrestar el delito organizado. Propendemos a que la Policía mejore su efectividad, no solo en los casos de droga, de secuestros, sino en todos.
En su momento abanderó el acercamiento Gobierno-Municipio de Guayaquil en el tema de la inseguridad. ¿Lo retomará?
He sido muy categórico, creo que el alcalde (Jaime) Nebot perdió una oportunidad de oro para poner en práctica lo que él pregona, que está preocupado de esto y de aquello. Sin embargo, en la realidad, dado que la seguridad es un tema que es causa común, que convoca, si yo hago un acercamiento como gobernador y él pone condiciones, deja entrever que una cosa es hablar y otra, actuar.
Pero ¿ante todo importa más la seguridad de la gente?
Aquí no se trata de ideologías, sino de un tema que implica el buen vivir de los ciudadanos. Y en eso el Alcalde dejó entrever que él es pura palabra. Más allá de que dice que cuando manejaba la Corporación de Seguridad Ciudadana (CSC) no había delitos, que es falso. Lo que había es alguien que no transparentaba las cosas, porque a su antojo manejaban las encuestas.
¿Para el Gobierno ese apoyo es intrascendente?
Nosotros estamos construyendo una unidad de monitoreo que rebasa lo que tiene la CSC. Pondremos 2 000 cámaras en Guayaquil. Es solo una parte del Sistema Integrado de Seguridad 911. Es una plataforma tecnológica con vigilancia electrónica las 24 horas, con Bomberos, Comisión de Tránsito, Defensa Civil y Policía.
Usted critica los programas de televisión que, dice, hacen apología del delito. También se ve esto en la televisión pública. ¿No deberían también controlarse?
Ah, por supuesto. Primero tiene que evaluar si lo que pasan está ayudando para el tema de seguridad. Eso es lo primero que deben hacer. La pregunta es: eso ayuda a mejorar la sociedad, a mejorar los niveles de seguridad. Si ayudara, hasta yo me hago actor.