Los carteles con la leyenda “¡Fuera la delincuencia! ¡Viva La Marín!” cuelgan en las puertas de 15 locales de ese sector, ubicado en el Centro Histórico de Quito.
A lo largo de la avenida Pichincha, desde el coliseo Julio César Hidalgo hasta el Playón, pueden observarse esas pancartas con frases de apoyo a la Policía y a las tareas de seguridad comunitaria.
Los papelógrafos fueron colocados durante la marcha de las antorchas que se realizó el 26 de septiembre pasado. Esta contó con la participación de los dueños y trabajadores de los locales comerciales, las asociaciones de las líneas de autobuses que pasan por el lugar, dos colegios, una escuela, los moradores y autoridades de la Administración Zonal Manuela Sáenz del Municipio.
Ellos solicitaron la construcción de una nueva Unidad de Policía Comunitaria (UPC), pues los 12 policías de la zona laboran actualmente en la casa barrial.
También anunciaron que se reforzarán los patrullajes. Los uniformados trabajan de forma conjunta con los dirigentes en los recorridos y se incrementaron las reuniones para analizar los temas de seguridad en el lugar.
Según los vecinos, la inseguridad es un problema que afecta al sector. Los datos del Observatorio Metropolitano de Seguridad Ciudadana (OMSC) refieren que las denuncias de asaltos y robos a personas se han incrementado. En el 2011 se reportaron 43 hechos, mientras que en este año (enero-septiembre) hubo 56.
La entidad no registró muertes por homicidio en los primeros nueve meses del 2012. Sin embargo, dos personas perdieron la vida por esta causa el año pasado.
Al principio se colocaron 70 carteles, según Augusto Hidalgo, dirigente del sector, pero dice que de a poco han sido arrancados por desconocidos. Él vive allí desde hace 50 años. Recuerda que La Marín era un barrio familiar.
Con el paso del tiempo se convirtió en el centro del tránsito de Quito y con ello llegó la inseguridad. “Por el miedo dejamos de organizarnos”, relata el hombre.
Por eso, él añade que “llegó la hora de tomar acciones para devolverle al sector la tranquilidad”.
Los comerciantes afirman que sus locales se exponen a personas que se sustraen mercadería. Rosa Iza, presidenta del Comité Barrial de la avenida Pichincha, cuenta que por eso han implementado un sistema de alarmas.
En cada almacén hay un timbre que al ser activado advierte al local contiguo. Así se protegen entre los comerciantes de La Marín.
La Unidad de Policía Comunitaria ha detectado que los atracos en locales, hurtos (robos sin violencia) y venta de drogas son los problemas que afectan a La Marín. Mientras esos problemas no se solucionen, los vecinos advirtieron que permanecerán alerta ante los incidentes delictivos.
En otros sectores
En el barrio de San Marcos, aledaño a La Marín, 12 voluntarios cívicos patrullan las calles con los ocho policías del barrio.
Los recorridos de seguridad también se realizan los miércoles y viernes, de 20:00 a 21:00. A eso se suma que los integrantes del comité de seguridad se reúnen con los uniformados para planificar nuevas estrategias.
Otro de los pedidos de los moradores es solucionar el problema de los estruches y arranches a personas. Según Rosa Iza, presidenta del Comité Barrial de la avenida Pichincha, en La Marín hay una población flotante de 180 000 personas por día.