El olor a quemado podía percibirse con intensidad en un rincón de la cancha del parque Central de la parroquia Montalvo, situada a 20 minutos de Ambato.
A las 20:00 del jueves, los moradores de ese sector agrícola de Tungurahua prendieron fuego a un carro Chevrolet Corsa. Según ellos, ese automotor se habría utilizado ese día en el asalto a Segundo T., conductor de un camión Daihatsu de la Cooperativa de Transportes El Rey.
Los comuneros presumieron que dos de los cinco sospechosos del asalto se transportaban en ese automóvil. María S. habita cerca de la cancha y cuenta que a partir de las 16:30 de ese día se convocó a la gente por los altoparlantes, para que conocieran lo ocurrido, tras el robo a Segundo T. Los megáfonos se encuentran en la torre de hormigón cercana a la iglesia del lugar. La parroquia está dividida en dos por una vía asfaltada que se conecta con Cevallos.
Montalvo es una localidad rural compuesta por casas antiguas de adobe y de hormigón. “Más de 1 000 personas llegaron al parque a las 19:00. No sé quién incendió al automotor. Ningún dirigente se encontraba cuando sucedió esto”, sostiene María, con voz baja, y mira a la cancha.
Los líderes comunitarios viajaron a Ambato para presentar la denuncia en la Policía Judicial. La mujer dice que están cansados de la delincuencia y que por eso la gente reaccionó en forma violenta. “Los asaltos y robos en la parroquia son constantes”.
Hace un mes, refiere, se sustrajeron el distribuidor de su vehículo, que dejó estacionado frente a su vivienda. “Al intentar encenderlo no funcionó. Luego nos dimos cuenta de lo sucedido. Ese repuesto nos costó de USD 200”.
Henry S., morador de Montalvo, comenta que a su hermana Miriam también le robaron el automóvil hace un mes. Por eso pidió ayuda la Policía para buscar al automotor. Pero las gestiones fueron inútiles. Con el apoyo de la familia encontraron el auto. Este fue desmantelado cerca al estadio parroquial. “Hay robos de ganado, de vehículos y de viviendas. El apoyo policial es insuficiente”, asegura Henry.
Según Manuel Bayas, presidente de la Junta del Campesinado de Montalvo, la violencia comenzó cuando la Policía detuvo a un supuesto asaltante. La tarde del jueves, tres de los cinco sospechosos contrataron en Ambato al propietario del camión para que les hiciera una carrera a Pelileo.
En el trayecto, asegura, le pidieron que se desviara hacia San Francisco de Montalvo. En la vía a Quero, uno de los acompañantes sacó un revólver, le apuntó y pidió que se bajara en silencio. De pronto, llegó un automóvil color vino. Dos hombres viajaban allí. Ambos golpearon a Segundo, mientras sus cómplices escaparon en el camión que aún no es recuperado por la Policía, agrega Bayas. El vehículo vino incinerado era similar al visto esa tarde.
Nadie se percató de que un vecino había visto todo, según Bayas. Este avisó a la Policía de la parroquia. El transportista forcejeó con dos hombres. En la pelea uno de los sospechosos sacó un cuchillo y le hirió en la mano y en la espalda. Luego envolvieron sus manos y pies con cinta de embalaje y lo metieron en la cajuela.
Los uniformados buscaron a los asaltantes. Uno de los perpetradores habría escapado por los matorrales, mientras que un sospechoso fue detenido. La noticia se conoció en el centro parroquial y en los barrios aledaños. La gente llegó en grupos. Trataron de golpearlo, pero los policías los dispersaron con gas lacrimógeno.
“Fueron momentos muy tensos”, refiere María. El sospechoso fue llevado en un patrullero al Centro de Detención Provisional (CDP) de Ambato. A Segundo T. lo llevaron al hospital ambateño.
Otros detalles
Ángel Moreta, presidente de la Junta Parroquial de Montalvo, dijo que por los constantes robos y asaltos que afrontan los 5 000 habitantes se organizaron en una Junta del Campesinado. Ellos realizan rondas nocturnas.
La denuncia fue presentada el jueves a las 18:00, en la Policía Judicial. La audiencia de formulación de cargos se realizó ayer a las 15:30, en la Corte de Justicia
de Tungurahua.