La puerta de la casa en Capelo (valle de Los Chillos) estaba casi abierta. Detrás, un hombre pedía que no le hicieran preguntas. Estaba asustado. “Perdón que le atienda así, pero nos llaman por teléfono y nos dicen que saben las cosas que aquí tenemos y creemos que pronto vendrá a robarnos”.
La gente que allí vive sabe que los robos a casas son frecuentes.
Sin embargo, el Observatorio Metropolitano de Seguridad Ciudadana (OMSC) señala que estos hechos se redujeron en el Valle de los Chillos. En el 2010 se reportaron 118 denuncias mientras que en el 2011 hubieron 98.
Informes de Inteligencia de la Policía señalan a tres organizaciones delictivas que supuestamente se dedican a asaltar viviendas.
Cada una estaría conformada por cuatro o cinco personas. Dos utilizan vehículos 4×4, mientras que otra un automóvil sedán.
Los uniformados han determinado que las tres bandas operan de dos formas. La primera: ingresan cuando los dueños no están y las horas frecuentes cuando atracan son a las 08:00 y a las 16:00.
En la segunda forma, los armados ingresan a los domicilios cuando hay personas en su interior. “En algunos casos hemos conocido incluso que las víctimas han sido drogadas durante los atracos”, señala Rodrigo Ribadeneira, comandante de Rumiñahui, un cantón de Pichincha (afueras de Quito).
Otra revelación de Inteligencia: los objetos que más se sustraen son joyas, electrodomésticos, dinero, computadoras, etc.
En la mayoría de hechos denunciados se ha detectado el uso de armas de fuego. Según el Observatorio, en el 2011 un 85,55% de robos a domicilios fueron cometidos en Quito por estruchantes (personas que ingresan a casas para buscar y tomar objetos).
En la zona de Capelo, los moradores coinciden en que estos casos son recurrentes por las noches. Una vecina relató que, hace aproximadamente 15 días, tres hombres trataron de ingresar a su domicilio para robar. “No lo hicieron porque se dieron cuenta que personas adultas estábamos allí. Días después entraron a la casa de mi vecina y se llevaron joyas. No les importó que allí estaban una mujer y niños”.
En otro caso, el dueño de una casa en ese sector recibió un disparo en la pierna cuando tres personas ingresaron. Para Armando Duque, presidente del Comité Barrial de Capelo, uno de los problemas “es la falta de colaboración y unidad entre los vecinos. Esa es una de las causas para que se registren atracos de ese tipo”.
Según la Policía, la mayoría de atracos se produce en zonas residenciales. Por eso la Comandancia dispuso levantar una encuesta para localizar los puntos sensibles al robo de viviendas. Estos son Selva Alegre, San Pedro de Taboada y La Albornoz (periferias del centro de Sangolquí).
El estudio también refiere que en Rumiñahui existen 36 conjuntos habitacionales, 42 urbanizaciones y 35 empresas de seguridad que funcionan en la zona con alrededor de 70 guardias.
Para la Comandancia de Policías de Rumiñahui, la prioridad es tener un registro de los celadores que trabajan allí para “evitar posibles complicidades”.
Los uniformados aseguran que las bandas que operan en el valle de Los Chillos también lo hacen en Tumbaco o Cumbayá. La Policía Judicial de Pichincha aprehendió a una en esta semana.
Cuatro personas fueron detenidas en el Centro Histórico y La Mariscal (norte de Quito) luego de que presuntamente asaltaran un domicilio en Cumbayá.
Según una víctima, los sospechosos lo sorprendieron mientras descansaba en su dormitorio y se llevaron equipos electrónicos, televisores y dos celulares. Tras poner la denuncia, ellos fueron localizados a través del GPS (sistema de radar satelital) de un iPhone que supuestamente se llevaron. Los detenidos recibieron prisión preventiva tras la audiencia de flagrancia en la Policía Judicial.
En un comunicado, el Ministerio del Interior señaló que la forma de operar de estas personas tiene similitud a una organización delictiva conformada por familiares y “que mantuvo en zozobra por dos décadas a los comerciantes de la capital en base al robo, extorsión y usura”.
Inteligencia determinó que entre los dos valles existen rutas por las que las bandas se escapan.
Desde Sangolquí, según agentes, los atracadores pueden tomar la autopista General Rumiñahui para dirigirse a Quito. También pueden utilizar el antiguo camino que sube hasta la Loma de Puengasí. En ese barrio, la vía se conecta con la avenida Simón Bolívar para bajar hasta Cumbayá o trasladarse a Quitumbe (sur).
Los delitos en Quito
Según el OMSC, los delitos contra personas dentro de viviendas se redujeron en los primeros tres meses de este año en Quito. Hasta marzo del 2011 se
reportaron 106 denuncias, mientras que en el 2012 hubo 35.
En lo que respecta a asaltos contra las personas en la capital, el Observatorio registró un incremento este año. De enero a mayo del 2011 hubo 1 067 hechos, mientras que en el mismo período del 2012 se reportaron 1 093.
Un 36,2% de delitos contra las personas se cometieron en la calle, según el OMSC. El 33,8% se presentó dentro de vehículos.
El 5,8% de asaltos a personas se perpetró en viviendas, indica el Observatorio Metropolitano, y un 6,7% en centros comerciales.
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