En la comunidad Guazhalán Alto, del cantón azuayo de Gualaceo, hay consternación y dolor. Ayer fueron encontrados los cuerpos sin vida de Kléver, de 24 años; William, de 23; y Marcelo, de 23.
Los cadáveres estaban en las inmediaciones de una acequia junto a la carretera principal, que comunica a este poblado con Gualaceo.
El Cuerpo de Bomberos de Gualaceo recibió una llamada de emergencia a las 06:45. Según el jefe (e) de esta entidad, Marco Sarmiento, no había evidencias de agresión y presume que fallecieron durante la madrugada.
Los miembros del Cuerpo de Bomberos alertaron a la Unidad de Criminalística de la Policía de Azuay para que realicen el levantamiento de los cuerpos.
De acuerdo con las versiones de los moradores del poblado se presume que los fallecidos celebraban un cumpleaños y habían ingerido licor.
El personal del Ministerio de Salud de Azuay llegó la mañana de ayer a Guazhalán Alto con el propósito de hacer controles en las tiendas de abarrotes y determinar si se expende licor con metanol.
Los moradores aseguraban que los jóvenes compraron el licor en uno de los locales cercanos. El personal de Criminalística de la Policía Judicial de Azuay realizó una inspección por los caminos empedrados y por las áreas verdes de este poblado rural del cantón Gualaceo. Los habitantes que no emigraron a Estados Unidos viven del cultivo de maíz y fréjol, que lo cosechan para el autoconsumo.
Los uniformados buscaban evidencias. Los vecinos encontraron cerca de los cadáveres una lata de cerveza.
Las víctimas fueron llevadas a la morgue y se tenía previsto que la tarde de ayer se realice la autopsia para determinar qué provocó el deceso.
El año pasado, en Cuenca murieron tres personas por el consumo de licor adulterado durante una fiesta. Hace dos años, en el país hubo 52 muertos y unos 300 intoxicados, según la Dirección de Salud de Azuay.
Otras muertes por similares características se registraron en Azuay el 24 de septiembre del 2013. Las víctimas, dos hombres de 51 y 74 años, fallecieron luego de ingerir licor.
En el primer caso, Luis Froilán S. fue hallado muerto en un terreno cercano a su casa, ubicado en el sector Pastopamba de San Cristóbal, en el cantón Paute. Según los agentes de la Policía Nacional, el hombre salió de una fiesta, en el camino sintió sueño y se quedó dormido en la intemperie.
Desde el 2012, en esta provincia se realizan controles con el objetivo de impedir la venta de alcohol adulterado. Esta medida se tomó luego de que en noviembre de ese año, sucedieran dos muertes y la intoxicación de ocho personas con metanol.
En noviembre del año pasado, el Consejo de Seguridad Ciudadana de Cuenca presentó un estudio que relaciona el consumo de alcohol con más de 30 muertes violentas.
300 Intoxicados por licor metílico se reportaron en el 2012.