Tres balaceras en distintos sectores alteraron el sueño de los manteños. Sucedió ayer desde la 01:00 hasta las 04:00. Todo empezó en la avenida Flavio Reyes, zona rosa en el sureste del puerto manabita.
Allí ingerían bebidas alcohólicas, al pie una licorería, cuatro hombres y una mujer; la circulación de vehículos era reducida a la medianoche. Todo transcurría con aparente normalidad.
“De pronto escuchamos tres disparos, nadie sabía de dónde provenían, una bala impactó en el cuerpo de José A. M. , quien quedó herido y fue llevado por sus amigos a una clínica particular”, dijo Fabián F., morador del sector.
Personal de la Policía acudió a la zona. El herido y sus acompañantes, al parecer miembros de la banda delictiva Los Choneros, pensaron que los elementos del orden estaban relacionados con los disparos. Los Choneros son un grupo delictivo, la mayoría del cantón Chone, norte de Manabí.
Supuestamente sus especialidades son: el secuestro, robo de vehículos, sicariato y tráfico de drogas. Operan en Manta, Portoviejo, Chone. También están en Guayas y Santo Domingo de los Tsáchilas.
Giovanni Ponce, jefe de la Policía Judicial de Manta, dijo que la violencia continuó hasta las 02:00, en la Unidad de Policía Comunitaria (UPC) del barrio La Aurora.
La supuesta banda de Los Choneros llegó a la UPC abordo de un automóvil Chevrolet Aveo gris, de placas MDG-693. Dispararon cuatro tiros, todos impactaron en la espalda del policía Efraín Chimbo Vera, quien murió al instante.
Dos gendarmes que estaban en otra sección de la UPC pudieron ver a los supuestos asesinos.
Luego informaron al Comando de la Policía en Manta. Una vez que tenían los datos de los autos de los supuestos asesinos, un grupo de élite de la Policía puso en marcha un operativo.
Las pistas los llevaron hacia el barrio La Pradera. Perseguían a tres hombres que se movilizaban en una motocicleta amarilla y en el auto Chevrolet Aveo. Cuando los detectaron en La Pradera empezó la persecución.Los disparos se iniciaron desde la avenida principal del barrio. Quienes se encontraban en casas de hasta tres plantas optaron por lanzarse al piso. La balacera empezó a las 03:00 y se prolongó por una hora. José Quimis escuchó el ruido de la balas. Su vivienda es dos pisos. Creyó que se trataba de algún corte de energía o que los cables de los postes se caían. “Opté por apagar los interruptores”, explicó. Sin embargo, el ruido continuaba: eran balas. Las calles cercanas a la empacadora Eurofish fueron cerradas en un radio de 500 metros a la redonda.
La supuesta banda de Los Choneros estaba rodeada. No tenía escapatoria: la única alternativa era seguir el camino hacia el noroeste.
“Los matorrales y vegetación seca abundan en el sector”, dijo Manuel L., vecino del lugar.
A las 03:55 se escuchó una especie de gemidos de dolor. “Luego de 30 segundos todo quedó en silencio”, recordó Manuel.La noche terminaba, el cielo empezaba a clarear. La escena quedaba al descubierto. El automóvil estaba virado, se había volcado en la persecución. El primer cuerpo estaba a 6 metros del automotor. Se trataba de Darwin M. C. Al parecer era el chofer. 20 metros más abajo yacía el cadáver de William M. V. ‘Lam’; con di-rección hacia los matorrales apareció el cuerpo de Héctor Z. I., ‘El Chavo’, todos con antece-dentes penales.
Personal de la Policía no permitía el acceso al lugar. Los curiosos exigían explicaciones a los gendarmes. “No dejaron dormir toda la madrugada, agradezcan que no hubo vecinos heridos, aquí se hubiese desatado una reacción sin precedentes en Manta”, comentó Rosa A., residente del lugar. Pasadas las 09:30 se procedió al levantamiento de los cuerpos, la diligencia judicial estuvo a cargo de la fiscal Sonia Barcia.
La noticia se regó en la ciudad. Los reporteros de las radioemisoras locales insistían en busca de datos informativos. Los familiares de los supuestos miembros de la banda Los Choneros que arribaron al lugar de los hechos tampoco pudieron pasar.
El vehículo que transporta cuerpos de la Unidad de Criminalística de la Policía fue conducido a la zona. Uno por uno, los tres cuerpos fueron ubicados en las bandejas de acero inoxidable.
Luego los introdujeron a las urnas de la estructura del automotor para llevarlos a la morgue.
Allí los familiares reclamaban por sus muertos. A las 11:30, el cuerpo del policía fue llevado hacia la funeraria Santa Marianita.
En el Comando de la Policía de Manta se improvisó una capilla ardiente para velarlo.
En el quinto piso de la clínica El Sol está en reposo José M. V. Tres policías custodiaban la puerta de ingreso. Por la mañana no se le permitía ningún tipo de visitas, solo médicos podían entrar, él esta fuera de peligro.
La ciudad pasó en zozobra durante la madrugada de ayer.
Más detalles de la balacera
En lo que va del año en los cantones Manta, Montecristi y Jaramijó han sido asesinadas 47 personas, la mayoría de estas inmersas en bandas delictivas.
La ciudadanía debe despertar, dice Carlos Cedeño presidente del Círculo de Periodistas del Ecuador. Cedeño estuvo al frente de una marcha en el 2006; allí los habitantes de Manta salieron a rechazar la oleada de secuestros que vivía la urbe. La inseguridad atemoriza a la gente.
A su juicio hoy en la ciudad hay una nueva forma de violencia la cual se repite en otras poblaciones: la proliferación de los asesinos a sueldo o sicarios.
En la clínica El Sol se conoció que el herido tenía tres impactos de bala, pero también se supo que su condición médica es estable.
El jefe de la Policía Judicial, Giovanni Ponce, dijo que en los próximos días se presentará a la prensa un informe de lo sucedido.