Al km2 de Tiwintza no llegan las obras ofrecidas

Tiwintza

Tiwintza

La base de Tiwintza durante los combates. Los soldados escribieron: “Ni un paso atrás”. Foto: Archivo / EL COMERCIO

Especial desde la frontera sur (I)

El helicóptero Súper Puma vuela sobre la fronteriza Cordillera del Cóndor, una cadena montañosa de bosque tropical, visible desde Gualaquiza (Morona Santiago). Desde allí se observan los destacamentos ecuatorianos y peruanos que albergaron a miles de soldados durante la guerra de 1995. Pero en el kilómetro cuadrado que corresponde a Tiwintza únicamente hay vegetación.

Este fue considerado un punto simbólico durante el conflicto por las tropas ecuatorianas y las del país vecino, que trataron de llegar allí sin lograrlo. Tras la firma de la paz, el 26 de octubre de 1998, los gobiernos de ambas naciones acordaron que ese punto pertenezca a Ecuador, pero en territorio peruano. También, decidieron delimitar el kilómetro cuadrado de Tiwintza con hitos ubicados en los vértices, así como la construcción del Parque de la Paz que incluiría un monumento para recordar a los soldados fallecidos en los 34 días que duró el conflicto. El acuerdo incluyó la construcción de una carretera binacional.

El decreto suscrito ese año autoriza la transferencia del kilómetro cuadrado de Tiwintza al país “en propiedad y a título gratuito”. Eso significa que el lugar es de Ecuador, pero bajo la soberanía del vecino del sur.

Ahora, para llegar al lugar se requiere que la Cancillería de Ecuador solicite un permiso especial a su similar del Perú.

El sitio en donde funcionó la base militar no es el mismo. Desde el aire ya no se divisa la frase “Ni un paso atrás” que los soldados escribieron con piedras blancas sobre la tierra.

Tampoco aparecen los letreros escritos sobre madera con los nombres de los comandos y unidades del Ejército que lucharon por el país. En 1995, allí se tomaron fotografías los altos oficiales de las Fuerzas Armadas que dirigieron las operaciones durante la guerra.

En enero del 2015 se cumplirán 20 años de la guerra del Cenepa. Sin embargo, ¿qué se cumplió de los ofrecimientos en Tiwintza tras la firma de la paz? José Ayala Lasso fue canciller en el gobierno de Jamil Mahuad y formó parte de las negociaciones de paz. Dice que desde el aire no se puede ver el sitio en donde está Tiwintza actualmente, pero indica que los hitos están en los vértices del kilómetro.

Los hermanos Llivisaca, excombatientes en guerra del 95.  Foto: Alfredo Lagla / EL COMERCIO

Pero todavía no se levanta la carretera del lado ecuatoriano. En Perú se iniciaron las obras en noviembre de 1999 y sigue en proceso de construcción. Se prevé que esta tenga una extensión de 7 kilómetros. En el 2001, los militares extranjeros utilizaron el Batallón de Gualaquiza como centro de operaciones para concretar la vía.

También, está pendiente el parque para ubicar el monumento a los héroes. Allí solo están los árboles de la selva...

Un nuevo Tiwintza

El 25 de octubre del 2002, en Morona Santiago, se fundó el cantón Tiwintza, con pueblos y comunidades shuar. Allí todavía se recuerdan los momentos e historias de lo que fueron los combates contra el Perú.

Este sitio fue creado en honor a los soldados que defendieron el país. Por eso, en la plaza central de Santiago (capital del cantón) se instaló una placa metálica que recuerda los nombres de los uniformados que participaron en el conflicto.

Uno de ellos es Germán Llivisaca Izquierdo, de 58 años, quien actualmente se desempeña como concejal de Tiwintza. Él recuerda que dirigía el puesto de atención médica en el destacamento Teniente Hugo Ortiz durante las batallas. Lo más difícil para él fue ayudar a los compañeros que murieron y perdieron sus extremidades en las minas. “Uno me pedía que lo salve. Lamentablemente el helicóptero se demoró tres horas en llegar a auxiliarlo y murió en mis brazos, cuando le daba respiración boca a boca”.

El hombre señala la placa del parque y cuenta que sus hermanos, René y Jorge, también estuvieron en los combates.

El primero conducía una lancha que navegaba por las noches con abastecimientos de armas, municiones y soldados. “Una vez, los enemigos me interceptaron en La Y de los ríos Yaupi y Santiago. Abrieron fuego, pero solo un tiro llegó a la parte delantera del bote. Ese día rescatamos a un compañero que perdió una pierna”.

El segundo patrullaba el hito 19 en la frontera y tuvo un enfrentamiento porque los enemigos trataban de cavar una pica en el límite internacional.

En la guerra de 1995, Santiago era un cacerío y para ir desde allí a Patuca se necesitaba hasta tres días de viaje a pie.

Desde hace un año, el cantón cuenta con el V Eje Binacional y el trayecto se demora una hora. Este recorre las parroquias Santiago y San José de Morona que tiene 8 000 habitantes, quienes cuentan con todos los servicios básicos. Allí, la gente desconoce el origen del nombre Tiwintza.

Pese a ello, Germán Llivisaca explica que un indígena shuar vivía en el sitio en donde hubo los enfrentamientos y su nombre era Tiwi. “Intza significa agua. Los términos se complementaron y al final salió el nombre”. En español significa la cascada de Tiwi...

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