Vender o comprar un celular, una cámara o una computadora portátil y otros bienes de segunda mano siempre fue una tarea sospechosa. Estaba presente la usual idea de que el producto pudo haber sido robado.
Esa sensación continúa actualmente en este tipo de transacciones. Sin embargo, los operativos y la regularización de los comerciantes ha cambiado poco a poco la realidad.
Desde noviembre del 2012, el Servicio de Rentas Internas (SRI) creó tres tipos facturas para controlar la compraventa de artículos usados.
16 meses después de esa medida, el uso de estos documentos es evidente en la mayoría de negocios. En el Centro Comercial Montúfar, blanco frecuente de los controles policiales, la regularización obligó a los comerciantes a ofrecer un servicio de calidad y seguro, señala Mario Navarrete, presidente del complejo.
Ayer, EL COMERCIO recorrió los locales de ese centro comercial y constató el uso de esas facturas. Incluso en el lugar se instaló un circuito cerrado con 32 cámaras que vigilan que no se cometan operaciones sospechosas.
Rocío Martínez, comisaria cuarta de la Policía, señala que los usuarios que adquieren bienes nuevos y usados en centros comerciales del ahorro pueden ahora reclamar siempre y cuando exijan la entrega de las facturas.
“Se ha dado la fama que en estos lugares se venden cosas robadas o de contrabando, pero no es así. Hay muchos comerciantes honestos”, dice.
En el local número 10 trabaja Victoria Jimbo. Ella vende celulares nuevos y de segunda mano. La mujer asegura que con el uso de facturas se garantiza al usuario que los equipos usados no tengan reportes de robo. “Si luego de la compra, al cliente le bloquean el teléfono nosotros nos comprometemos a entregar otro equipo de similares características”.
En las vitrinas de los negocios se exhiben las autorizaciones de la Superintendencia de Telecomunicaciones, otro de los documentos que avala el trabajo de los comerciantes.
Navarrete agrega que incluso el usuario puede acercarse a la Administración del centro comercial y presentar una queja si no se cumple con la garantía.
La Policía advierte sobre posibles estafas cuando se realizan compras fugaces afuera de los centros comerciales del ahorro (ver puntuales).
Pero el uso de las facturas creadas por el SRI también protege a los comerciantes. En cada transacción ellos deben exigir la copia de cédula y otros requisitos a quienes se acercan a vender celulares, cámaras y otros equipos usados.
Ayer, por ejemplo, una madre y su hijo fueron a vender un celular Nokia que ya no lo utilizan. La mujer se sorprendió cuando le pidieron la fotocopia de la cédula de identidad.
Ese documento se solicita cuando el propietario que quiere comercializar un bien perdió la factura original. De esa manera el comerciante puede ubicarlo si luego se detecta que el teléfono fue robado.
Además, Navarrete aclara que antes de comprar un celular de segunda mano se verifica el número de identidad (IMEI) para evitar contratiempos.
Para la comisaria Martínez, estas son las reglas de juego para una compraventa segura. Según la funcionaria, “los continuos controles y la concientización de los comerciantes” han dado resultados y se ha reducido el comercio de artículos de dudosa procedencia en los centros comerciales del ahorro.
En contexto. Desde noviembre del 2012, el Servicio de Rentas Internas (SRI) creó tres tipos de facturas especiales para los comerciantes de bienes usados. La regularización ha frenado la venta de artículos robados en los centros comerciales del ahorro del centro de la capital.
No olvide:
- Para esta transacción usted debe presentar copia de la cédula, dirección y número de teléfono convencional y celular, siempre y cuando no posea la factura original del producto.
- Si entrega su celular como parte de pago de un equipo nuevo pida la factura “venta con entrega de bien”.
- El tercer tipo de factura es la llamada “orden de trabajo”, cuando deja un equipo para una reparación.
- No compre teléfonos afuera de los centros comerciales del ahorro.
- Solo la factura le garantiza un posterior reclamo si su teléfono fuera bloqueado, cuando es usado.
- Desconfíe de los equipos demasiado baratos. En los centros comerciales del ahorro sí hay buenos descuentos, pero sea cauto.