La muerte de uno de los cinco caídos durante el rescate del presidente Rafael Correa, el 30 de septiembre del 2010 del hospital de la Policía, podría ser esclarecida. La Fiscalía coordinó la noche del miércoles la captura del teniente de Policía Francisco G., como sospechoso del homicidio del universitario Juan Pablo Bolaños.
Según la Fiscalía, un cotejamiento entre un proyectil hallado en el cadáver de la víctima y la huella dejada por un arma de fuego, en el sistema IBIS, habría determinado que el posible autor del disparo que el 30-S segó la vida del joven estudiante de Economía de la Universidad Central fue el agente que en estos días se encontraba en Guayaquil realizando el curso para ascender a capitán.
El teniente Francisco G. fue trasladado a Quito. En la noche se realizó la audiencia de formulación de cargos en su contra, con lo cual se dará inicio a la instrucción fiscal (90 días en los cuales la Fiscalía deberá probar el delito).
El 30-S se produjo una revuelta policial que desembocó en la retención del presidente Correa, cuyo rescate derivó en un enfrentamiento entre policías insurrectos por un lado y ciudadanos y militares por otro. Juan Pablo Bolaños fue el único civil que resultó muerto.
Fallecieron también los policías Froilán Jiménez y Edwin Calderón, y los militares Jacinto Cortez y Jairo Panchi Ortiz. Por estos cuatro homicidios aún no hay responsables.