Los cuestionamientos no pararon ayer. El Colegio de Abogados del Guayas calificó de “flaco papel” el trabajo de la veeduría internacional que vigila las reformas judiciales en el país y que está encabezada por el ex juez español Baltasar Garzón.
El jurista llegó a Ecuador el lunes para preparar el tercer informe sobre el trabajo del Consejo de la Judicatura y lo hizo en medio de anuncios de ese Colegio. El gremio insistirá ante la Contraloría que se auditen los gastos en que incurrió el equipo.
Ese pedido ya fue planteado en enero pasado, pero portavoces del organismo revelaron que no hubo respuesta del organismo que coordina las veedurías nacionales y la que preside Garzón.
También ha sido cuestionado a escala internacional. “No tiene ni ética ni moral y nada que hacer en Colombia”, dijo el senador Armando Benedetti, al referirse a el ex magistrado, a quien el Tribunal Supremo español lo inhabilitó hasta el 1 de mayo del 2021.
Esto, tras una investigación levantada por escuchas telefónicas en el denominado caso ‘Gürtel’, una red de presunta corrupción que afectó a cargos políticos del Partido Popular (PP).
“Las conversaciones se intervinieron a los internos por una razón concreta y específica, para nada relacionada con el ejercicio de defensa: constatar, y en su caso evitar, la continuación de la actividad delictiva, relacionada principalmente con el blanqueo de capitales”, se defendió en ese entonces el ahora ex juez de 56 años. “La actividad delictiva continuaba por parte de los principales responsables una vez en prisión”.
Hechos como estos generan cuestionamientos en Ecuador. En enero pasado, por ejemplo, llegó a Quito, entre un ola de críticas a la fase final del concurso para la selección de jueces de la nueva Corte Nacional de Justicia (CNJ), pero lo hizo cuando apenas faltaba un día para la posesión de este alto Tribunal. Se pronunció luego de que el legislador Andrés Páez presentara el caso en instancias judiciales. En una conferencia de prensa, en Quito, aseguró que tomarán en cuenta las acciones presentadas en el Palacio de Justicia.
Luego de esos hechos, en julio pasado asumió la defensa del fundador de Wikileaks, Julián Assange, quien en el momento se encuentra asilado en la Embajada ecuatoriana en Londres.
Assange solicitó asilo político a Ecuador, tras perder una acción legal para evitar una extradición a Suecia y responder sobre las acusaciones de presuntos casos de abuso sexual y violación.
Antes, el ex magistrado había expresado su preocupación por lo que él consideraba “falta de garantías y de transparencia” en el análisis de este tema.