Alias ‘Sobeida’ fue vigilada por agentes en dos provincias

Agentes de la Policía allanaron la Comandancia del Ejército, en Quito, el miércoles. Foto: Armando Prado / EL COMERCIO

Las piezas de la investigación sobre el tráfico de armas del Ejército terminaron de unirse el 7 de octubre del presente año.
Ese día, la Policía siguió a alias ‘Sobeida’ desde Esmeraldas hasta Santo Domingo de los Tsáchilas. En esa ciudad, que une la Costa y la Sierra, se encontró con alias ‘Pata’ y otras cuatro personas.
Todas están vinculadas a la red que abastecía de armamento de uso militar a alias ‘Guacho’ y a su grupo armado Óliver Sinisterra.
De acuerdo con agentes, en esa urbe se planificó un envío de 2 500 balas calibre 9,9 milímetros a San Lorenzo, en el norte de Esmeraldas.
La munición, que se usa en pistolas, por ejemplo, tenía que llegar a Borbón, una parroquia cerca de la frontera con Colombia. Allí, el material sería entregado a un colaborador y luego, mediante una lancha, se lo iba a cruzar hacia el vecino país.
El plan incluía esconder las balas en sacos de arroz.
Ese domingo 7 de octubre, desde la casa de alias ‘Pata’, en Santo Domingo, los quintales fueron subidos a un taxi. Tres personas que minutos antes habían participado en la reunión con ‘Sobeida’ abordaron el vehículo.
Adentro ya se encontraban dos pasajeros, entre estos un adolescente, a quien todavía se indaga para saber si era parte o no de la red delictiva.
Ese día, una patrulla de carretera detuvo el vehículo en Quinindé, en Esmeraldas, y encontró las municiones.
Los cuatro pasajeros fueron detenidos. Pero alias ‘Sobeida’ y ‘Pata’ fueron atrapados en el operativo del miércoles pasado, junto con siete militares y un funcionario de la Comandancia del Ejército, ubicada en Quito.
Según agentes, en esa reunión, la cabecilla también ordenó que se recolecte más material militar para luego entregarlo a los disidentes.
Hasta el momento, los investigadores conocen que alias ‘Sobeida’ era una persona de confianza de ‘Guacho’. Antes de abastecerle de armas le proveía de combustible de origen ilícito.
Dentro de la red de colaboradores de alias ‘Guacho’ existe también otro detenido que vivía en Santo Domingo de los Tsáchilas.
Se trata de alias ‘Amarillo’, uno de los jefes de los milicianos. Está actualmente detenido y acusado por la explosión del cuartel de la Policía de San Lorenzo.
Él y su esposa se identificaron ante la Fiscalía como distribuidores de helados. Sin embargo, a través de la interceptación de llamadas y mensajes de texto, los investigadores establecieron que las conversaciones de la pareja giraban en torno a envíos de droga, compra de vehículos que serían registrados a nombre de otras personas y sobre el empleo de dinero de origen ilegal para construir una vivienda en esa ciudad.
Otro sitio en donde ‘Guacho’ tenía colaboradores era en Quinindé. Allí, su gente intentó atentar contra una torre de energía en abril.
Justamente ayer, en Quinindé, estaba previsto que se realice la audiencia de juzgamiento en contra de los cinco pasajeros que se movilizaban en el taxi con las 2 500 municiones. Pero la audiencia fue diferida porque uno de los abogados no se presentó.
Ahora, la Fiscalía, dentro de los 90 días de investigación, recopilará más evidencias en contra de la supuesta organización delictiva.
Por ejemplo, se van a realizar peritajes para establecer si el origen de las balas incautadas es el Ejército, debido a que cada una cuenta con un código único del fabricante, que es casi como número de identificación.
También, la Fiscalía ampliará las versiones de los detenidos. El miércoles, tras el arresto, los sospechosos aseguraron ser inocentes y no conocerse entre sí. Pero la reunión, en Santo Domingo, confirmó sus nexos. En esta cita no participó ningún militar, según agentes.