El movimiento en los exteriores del Centro de Rehabilitación Social de Cotopaxi es intenso. Decenas de policías ingresaron al recinto carcelario, mientras un grupo de personas solicitaban información de sus familiares. Eso interrumpió por unos minutos el paso de los automotores.
“Queremos información de lo que está sucediendo adentro”, “Necesitamos respuestas de las autoridades, también son humanos, están recluidos porque cometieron un error”, fueron parte de las consignas que gritaban los familiares de los presos.
A las 13:30 de este jueves 22 de julio del 2021, un piquete de militares que llegaron en dos camiones del Ejército reforzó las seguridades, especialmente en el ingreso de la cárcel. También se observó la presencia de policías con caballos.
Delegados de la SNAI y de la fuerza pública salieron e informaron a los familiares que al momento hay tranquilidad en los pabellones y que esperan en las próximas horas darles información. “La situación es complicada porque hay computadoras y documentos regados en el suelo, esperamos superar todo para tener datos”, dijo uno de los funcionarios.
Otro grupo de militares y policías resguardaba el perímetro del recinto carcelario equipados con patrulleros y equipos antimotines, para evitar un posible escape. A las 14:00, otro contingente militar se ubicó en sitios estratégicos del recinto. Se bloquearon las vías de acceso hacia la cárcel con vallas y conos.
Una mujer de 50 años llegó temprano hasta los exteriores de la cárcel de Latacunga. La mujer solicitó información de su hijo, de 26 años, detenido en una de las celdas del pabellón de máxima seguridad. “No sé nada de él, me enteré en las noticias de la madrugada y por eso vengo a ver que está pasando. No tengo noticias si estará vivo o muerto”, dijo con lágrimas, mientras hacía columna para dar su nombre y recibir noticias de su familiar.
Contó que escuchó que hay varios detenidos muertos y heridos y espera que no sea su familiar, sentenciado para 29 años por violación. “Mi hijo es inocente, dicen que violó a una chica cuando estuvo en estado etílico, pero me dijo que no es él”.
También llegó otra mujer desde Babahoyo para conocer noticas de su esposo recluido hace siete años.