Herbin Hoyos es el presidente de la Federación Colombiana de Víctimas de las FARC. Foto: Tomada de la cuenta Facebook Herbin Hoyos
¿Cómo entender el secuestro de un equipo periodístico para conseguir cosas que competen estrictamente a un Estado?
Los captores tienen que entender primeramente que secuestraron a dos periodistas y a un conductor, que no son funcionarios públicos; no tienen competencias para generar cambios en una ley y en un Gobierno.
¿Es posible que los captores entiendan eso?
Lo primero que hay que hacerles entender es que cometieron un error al secuestrarlos para obtener beneficios de tipo político, cuando no son las personas indicadas para ese tipo de exigencias.
Por la naturaleza misma del trabajo, los periodistas incluso estamos para criticar a los gobiernos y para ser observadores de la ejecución pública. Secuestrar a un periodista es una acción errada y no es la vía para exigencias políticas.
¿Qué les queda ahora?
No les queda otra opción que entender que es una acción fallida y quien les asesoró para esa retención, ya sea el jefe de finanzas, el estratega militar del grupo o cualquiera que tomó la decisión, falló al hacer esto. Es una decisión que en vez de traerles beneficios les va a traer muchos problemas y consecuencias difíciles de solucionar, porque se van a enfrentar al aparato militar de todo el Estado ecuatoriano y del colombiano. Cuando ellos ya ven que no hay posibilidades no les quedará otra opción que dejarlos en libertad.
¿Qué papel puede jugar la Cruz Roja en este caso?
La Cruz Roja actúa siempre y cuando las dos partes soliciten su intervención. Ahora, aquí hay un tema de doble mensaje. Uno es la exigencia que hace el grupo al Gobierno de que liberen a los que están presos y que cambien el acuerdo de cooperación entre los dos países. Pero el otro mensaje es que aquí no se puede apresar a esa gente por temor a que les secuestren y eso no se puede permitir.
En este caso los captores han mostrado un video en que los periodistas y el conductor están encadenados. ¿Cómo interpretar aquello?
Poner cadenas a periodistas es regresar a las épocas más crueles del secuestro en Colombia, en donde solo se les puso cadenas a secuestrados militares, algunos políticos, policías, pero nunca a periodistas. Por todos los hechos que hemos pasado en Colombia, a los periodistas secuestrados por las FARC nunca les han puesto cadenas. Entonces, aquí se pasaron de la raya al poner cadenas a los comunicadores. Ellos no son combatientes, hacen parte de la población civil y no estaban en un área de confrontación, sino que estaban haciendo un trabajo periodístico natural de su oficio y por tanto es una degradación absoluta.
¿Por qué llegaron a este extremo?
Lo hicieron más para hacer el show mediático de demostrar presión, de doblegarlos, de dar un mensaje visual a la comunidad internacional, al Gobierno, al periodismo de Ecuador, para decir miren lo que les pasa cuando se meten con nosotros. Ese mensaje hay que rechazar, porque lo que acaban de cometer es un crimen y no es un crimen solo en contra de tres periodistas del Ecuador, es un crimen en contra de periodistas del mundo. Eso no puede ocurrir en ninguna circunstancia.