Las cámaras del restaurante de comidas rápidas grabaron el momento en el que los desconocidos abrieron fuego contra las dos personas que impidieron el asalto a una mujer que llevaba USD 5 000 que había retirado del banco.
Esta es una de las pruebas que se analizan tras el intento de robo registrado el miércoles, en el norte de Quito, y en el que dos hombres resultaron heridos.
Tras lo ocurrido se encendieron las alertas en la Policía y grupos especializados de Inteligencia investigan a una organización delictiva dedicada al robo tipo sacapintas (atracos a clientes que retiran altas sumas de dinero de los bancos) que opera en el norte de la capital.
El asalto causó conmoción y asustó a los clientes que estaban en el local. Las autoridades dicen que los robos tipo sacapintas bajaron en Quito. Así lo refiere un reporte del Observatorio Metropolitano de Seguridad Ciudadana: en el 2013 se registraron 163 casos y el año pasado hubo 132.
¿Cómo atacan esas bandas? Estos grupos operan hasta con seis armados. Unos manejan motos o carros y otros perpetran los asaltos con armas de fuego. En la mayoría de casos utilizan vehículos parecidos a los taxis. La idea es pasar inadvertido. Los investigadores saben que es precisamente en esos carros en donde guardan las armas y ropa para cambiarse después del robo y no ser arrestados.
Los uniformados también han detectado organizaciones criminales que ingresan de otros países. “Luego de robar a sus víctimas retornan, pero cuando se terminan el dinero robado vuelven al Ecuador para atacar”, dice un agente de Inteligencia.
Mientras la Policía analizaba los videos del restaurante y del sistema ECU 911, en la Asociación Nacional de Restaurantes (Asonarese), que cuenta con cerca de 150 socios a escala nacional, había preocupación por lo ocurrido durante el atraco.
Joffre Echeverría es presidente encargado de ese gremio y asegura que están a la expectativa de las nuevas medidas de seguridad que se implementan en los locales de comidas para evitar asaltos. Una es la que impulsa el Min. de Turismo. Se trata de la instalación de cámaras de vigilancia en los sitios de comidas. “Ya se instalaron en el Centro Histórico y es un avance”, dijo el dirigente.
Lo mismo pasa con la implementación los botones de seguridad. En los locales comerciales que operan en Quito, hasta el momento están instalados 2 591 dispositivos.
Precisamente, el restaurante en donde se reportó el asalto sí contaba con ese equipo.
La Policía llegó al sitio, pero no hubo detenidos. El general Ramiro Mantilla, comandante de Quito, recibió a este Diario en su oficina e indicó que durante el atraco los desconocidos utilizaron revólveres.
Inteligencia determinó que una banda de sacapintas puede obtener hasta USD 10 000 en cada asalto. En el caso del miércoles no lograron llevarse los USD 5 000. Los desconocidos huyeron en la moto y los dos heridos se recuperan en centros asistenciales. Uno recibió dos impactos de bala.