El rostro de los ataques y de la violencia delictiva

Tres ciudadanos cuentan cómo fueron víctimas de la delincuencia en Quito e Ibarra. Los afectados solicitan un mayor apoyo de la Policía y de las autoridades judiciales.

QUITO

Geovanny Gavilanes 

Víctima de la delincuencia

‘Mi carro desapareció en la casa’

Lo mío fue algo impresionante, cosa de no creer. El 8 de enero de este año me robaron el carro que estaba estacionado en la puerta de mi casa. Hasta las 20:30, el vehículo seguía allí. Estábamos merendando con mi esposa y mis hijos   y 15 minutos después mi  mujer salió  y desesperada me gritó, para avisarme que ya no estaba.

 Mi primera reacción fue correr al retén policial para que alguien  me ayudara y así recuperar el carro.  Pero mejor me molesté con el Policía porque iba tan despacio que le dije: mi abuelita de 100 años correría más rápido que usted.

Es que es una ineptitud bárbara. Uno está desesperado y ellos actúan con toda paciencia.

Luego puse la denuncia en la Policía Judicial, pero hasta ahora no me han llamado ni a la casa ni a mi celular y no se sabe nada.

 Esas son las cosas que se debería cambiar. Tendrían que agilitar las investigaciones. Por eso, hasta ahora no he encontrado mi carrito. Era un San Remo plateado de 1995.

 Todavía recuerdo las placas: PPC-270.  Luego de esto mi esposa cayó en una depresión terrible y fue muy difícil salir de eso. Mis tres hijos bajaron en las calificaciones porque estaban asustados.   Sin el auto no les voy a dejar ni a traer de clases.

Mis niños   entienden y me dicen papito vamos a salir adelante. Lo único que pido es que las autoridades sean más diligentes, que ayuden a la gente.

 Por suerte yo he sufrido un solo robo, pero  conozco    personas que han sido asaltadas  dos, tres y hasta cinco veces.  Eso debe ser terrible y espeluznante.   Se debe mejorar la justicia,  ese sistema debe ser bastante ágil,  que ayude  a  todos, que sea   para las personas que más necesitamos.

QUITO

Vicente Sangoluisa

Víctima de la delincuencia

‘Se llevaron USD 8 000 en camisas’

En la madrugada los ladrones se metieron a mi local por el techo y se llevaron la mercadería (camisas) valorada en USD 8 000. Eso ocurrió el 5 de septiembre pasado y desde entonces no me puedo reponer económicamente. La mercadería la compramos a plazos, estamos entrando a la temporada de Navidad y sigo con problemas.

Esto es demasiado. Hubo un mes en el que todos los locales del sector fueron robados. En una sola semana asaltaron hasta tres veces el mismo negocio. Nos unimos todos los dueños y pedimos a la Policía que refuerce los controles. En esos días sí nos ayudaron, pero pasó la calentura del momento y se han olvidado.

No hay apoyo ni de la Policía ni de la Función Judicial. Yo presenté la denuncia por robo, pero las investigaciones no han avanzado. Solo es un simple papeleo y creo que mi caso morirá en las oficinas de la Fiscalía.

Mientras veo si allí me ayudan, reforcé la seguridad de mi local.

Tenemos un sistema de alarmas. Pero el día del robo, en la empresa que contraté me dijeron que no hubo alertas y que por eso no me avisaron.

Yo vivo cerca del local, pero si venía me hubiese encontrado de frente con los ladrones y yo estaba totalmente desarmado.

Hasta en eso estamos en desventaja con relación a los delincuentes, porque ellos sí pueden portar armas, pero los ciudadanos comunes y corrientes no.

Nosotros lo único que tenemos son piedras y palos para defendernos. Esto se debería analizar y tomar nuevas decisiones.

Tampoco creo que esté bien que los delincuentes salgan libres tan fácilmente. He escuchado que salen de la cárcel con toda facilidad y no logro entender. Eso debería cambiar.

IBARRA

Francisco Espinosa

Víctima de la delincuencia

‘Me han robado cuatro veces’

A mí me han robado dos veces en la casa y dos en mi estudio fotográfico. He perdido una computadora, una cafetera eléctrica industrial, dos televisiones, una plancha, un cámara fotográfica, de lo que me acuerdo. Lo peor es que la cafetera era encargada.

El problema es que mi esposa y yo trabajamos y la casa queda vacía casi todo el día. Y cuando voy a mi hogar el estudio fotográfico queda expuesto a los rateros que nunca faltan. Solo una vez puse la denuncia en la Policía.

Hace ocho años, los ladrones ingresaron a mi negocio. Un vecino se dio cuenta que los delincuentes forzaron la puerta y se llevaron mis herramientas de trabajo. Pero no hizo nada por temor. Esa vez mi testigo informó a los agentes que investigaban el caso quiénes eran los ladrones.

Ellos frecuentaban el mercado Amazonas, de Ibarra. Pero los agentes no les detuvieron argumentando que necesitaban más pruebas. Entre tanto, tuve que pagar USD 20 para la movilización en taxis de los policías. No hubo resultados y yo me decepcioné.

La segunda vez también me robaron en el negocio. Esa vez con un amigo logramos seguir y detener a los dos delincuentes. Les entregamos a la Policía. Para sorpresa mía los ladrones eran conocidos y tenían varias denuncias en su contra.

En la Policía Judicial me dijeron que esté pendiente, pero también perdí las esperanzas de recuperar una cámara que se llevaron, porque la habían entregado a otra persona. Es por eso que los robos en mi casa ya ni los he denunciado. Yo vivo en la ciudadela Leoro Franco. Ahí han habido muchos robos últimamente. Es por eso que ahora nos estamos organizando.

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