Ayer, 15 personas que fueron detenidas en Urcuquí, tras participar en un enfrentamiento con la Policía, rindieron sus declaraciones.
El intendente de Policía de Imbabura, Danilo Espinosa de los Monteros, escuchó los detalles del disturbio que ocurrió la madrugada del domingo último. Los presuntos responsables de alterar el orden público relataron que todo inició en una fiesta de Navidad, organizada por los vecinos del barrio Cuatro Esquinas.
Según Santiago Bejarano, jefe del operativo policial, los desmanes se desarrollaron entre las 02:00 y 04:00 del domingo último. “ A las 02:00, los policías de Urcuquí solicitaron que finalice la celebración, que había empezado el sábado a las 18:00, acogiendo el horario establecido por la Ley. Eso generó el rechazo de la mayoría de asistentes”.
Uno de los cuatro uniformados que se encontraba en el lugar explicó que habían aproximadamente 200 personas. La mayoría, dice, estaba en estado de embriaguez y no acogieron el pedido.
“Es por eso que procedimos a detener a una persona que estaba agresiva. Eso provocó el reclamo de la mayoría de ciudadanos”.
Los policías solicitaron refuerzos. Llegaron dos patrulleros con seis personas más. Pero no pudieron controlar la situación, pues la gente comenzó a tirar piedras.
En medio del forcejeo el cabo Segundo Padilla recibió una pedrada en la ceja derecha, lo que le ocasionó una herida. Los otros uniformados se retiraron mientras que un patrullero quedó retenido por la turba.
Los agentes informaron la novedad al Comando de Policía de Imbabura, que envió seis patrulleros, con 20 hombres, explica Bejarano. Ellos rodearon el lugar de los disturbios y detuvieron a 15 adultos y un menor de edad. Este último fue entregado en custodia a sus padres.
Mientras tanto, los adultos ingresaron al Centro de Detención Provisional (CDP), de Ibarra.
Ayer mientras los detenidos rendían sus declaraciones, los patrulleros que resultaron averiados eran reparados. “Dos vehículos tienen los parabrisas rotos y otros dos tienen hundimientos en la carrocería, a causa de los piedrazos”, aseguró Freddy Cabrera, policía acantonado en Urcuquí.
Hasta ayer no habían datos del monto económico al que ascienden los daños que provocó el incidente en Urcuquí. Sin embargo, en el taller donde se realizaba el arreglo de los patrulleros informaron que cada parabrisas delantero bordea los USD 110.
Según el Intendente de Policía, los detenidos se comprometieron a cubrir los gastos de los bienes del Estado destruidos.
Este es el incidente más grave que ha ocurrido en Imbabura, durante las fiestas de diciembre.