Los cuerpos de los dos tripulantes de la avioneta Cessna, que se accidentó contra un cerro a 15 minutos de Pedernales, fueron cremados el viernes y repatriados a México, según informó el personal de la funeraria contratada.
Después del hallazgo de los cadáveres en el lugar del accidente, en la morgue de Pedernales se practicó la autopsia para constatar que no llevaran droga en su organismo. La Fiscalía autorizó su traslado a la morgue de Quito, donde permanecieron hasta el pasado miércoles, porque Medicina Legal de Pedernales no dispone de un cuarto con refrigeración.
Una funeraria privada fue contratada para realizar la cremación y los trámites para trasladar los restos humanos hacia Sinaloa. Familiares de los fallecidos, a través de la Embajada mexicana, hicieron las diligencias.
Sinaloa era la ciudad natal de ambos fallecidos, y es ahí donde precisamente opera el cartel liderado por Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán, considerado de alta peligrosidad. El caso de la aeronave con matrícula mexicana XP-MPL está presuntamente vinculado con el cartel de Sinaloa. La avioneta, al parecer, realizaba una operación ilícita y para evitar los radares volaba a menos de 300 metros de altitud, sin luces y durante la noche.
Además, según investigaciones de los agentes, se presume que antes de volar hacia Manabí, el sábado 12 de mayo, la avioneta mexicana habría pasado por Esmeraldas, para intentar abastecerse de combustible. Este hecho reforzaría la hipótesis de que la avioneta se accidentó porque se quedó sin gasolina.
En el lugar donde se estrelló la aeronave se encontraron dos cuerpos y una maleta con USD 1,3 millones. Este dinero, aseguran las autoridades, iba a ser utilizado para lavado o para la compra de estupefacientes.
Por otro lado, a 1 kilómetro de donde se cayó la avioneta se encontró una pista aérea y a 40 minutos de viaje en vehículo, la Policía desmanteló un laboratorio de droga que estaba oculto entre la vegetación.