Los 24 jóvenes no portaban armas ni tenían insignias en los hombros, pero vestían trajes de policías: pantalón olivo, camisa habana y chaleco verde refractario. Ayer se incorporaron oficialmente a la Unidad de Policía Comunitaria La Carolina, dentro del plan de reforzamiento de la seguridad en Quito con 250 uniformados.
A las 07:00, los uniformados recibieron una charla, al iniciar su primera jornada, en el Regimiento 1. Cerca de las 10:00, arribaron al parque del norte de Quito. Se formaron y se pusieron a las órdenes del teniente Javier Egas, encargado de la UPC.
“Aquí trabajamos 32 personas, pero son necesarias más para hacer controles en las calles, sobretodo porque esta es una zona crítica en Quito”, dijo el oficial.
Según el informe sobre delitos y violencia del Observatorio Metropolitano de Seguridad Ciudadana, la Administración Norte de Quito registró de enero a junio una mayor incidencia de delitos contra personas: 2 675 casos se reportaron allí de 5 335 conocidos en ocho administraciones.
El robo a personas fue catalogado el jueves por el Consejo de Seguridad Ciudadana como uno de los cuatro delitos más graves en la capital. Los otros son el aumento de la violencia en delitos contra la propiedad, el tráfico de drogas en barrios y el sicariato.
En la reunión de ese colectivo se acordó fortalecer la presencia policial en Quito, en 30 circuitos de las ocho administraciones zonales. En 10 de ellos, según la Policía, hay mayor vulnerabilidad.
Anteayer, los 250 uniformados se sumaron a esa estrategia. Ellos son jóvenes recién incorporados de las escuelas de formación de clases y policías (tropa), tras un año de estudios.
Ayer por la mañana, no todos los jóvenes policías estaban listos para operar. En la UPC como La Gasca no hubo reforzamiento a primera hora. El jefe de Operaciones de la Policía, Juan Zapata, mencionó que al empezar el día se realizó una reclasificación del personal. Con esta se pretendía conocer los niveles de vulnerabilidad de ciertos sectores y según eso ubicar a los oficiales de tropa.
“Tenían que hacer una hoja de ingreso, por eso hubo un grupo que llegó a las unidades en la tarde. Debían esperar hasta saber en qué rutas iban a iniciar”, dijo.
Los 24 nuevos agentes llegaron a La Carolina sin armamento y salieron a realizar un operativo en la Tribuna de los Shyris. Controlaron a motorizados y a vehículos, pero sin dotaciones.
Santiago, uno de los recién graduados, dijo que en la capacitación les informaron que este miércoles recibirían el armamento. “Nos dijeron que debíamos hacer una solicitud con el nombre para darnos hasta hoy”.
El trabajo de los policías no solo será controlar el orden y colaborar en las UPC, sino también realizar trabajos de Inteligencia; el 18% de nuevos uniformados fue destinado a esa finalidad. Inteligencia trabajará en conjunto con la Comandancia del Distrito Metropolitano, dirigida por el coronel Juan Carlos Rueda.
Él sostiene que uno de los planes alternos de la Policía es hacer inteligencia para evitar más casos de sacapintas. Aunque “todos los hechos delictivos estarán en permanente control”.
Ayer en el Regimiento Quito se informó, en primera instancia, que los 250 policías cumplirían un horario de 09:00 a 12:00 y de 15:00 a 19:00. Incluso en las unidades de Policía no se sabía si se podría contar con los nuevos agentes para patrullajes nocturnos. Por la tarde, Zapata dijo que el horario ya había sido ajustado.
“El horario está conformado por dos jornadas y también se considera la noche y la madrugada. Van a trabajar desde las 19:00 hasta las 07:00. Todo depende de cómo los organicen los encargados de cada UPC”.
Según el Observatorio, de enero a junio de este año hubo 1 248 robos a domicilios en la ciudad. Asimismo, 1 230 robos de autos, 171 delitos sexuales, y 7 324 casos de violencia intrafamiliar, de los cuales entre el 40 y 60% ocurrió entre la noche y la madrugada.
Zapata agregó que las UPC de Quito tienen personal de planta y que, al añadir más uniformados, los titulares deberán programar los patrullajes y operativos, “de acuerdo con las necesidades de la zona. Hay sitios que necesitan más resguardo a ciertas horas; ellos verán cómo dividirse”.
Entrevista a Robert Manzo. Policía de Houston, Texas
‘Sacerdotes nos acercan a la comunidad’
Usted y tres agentes de EE.UU. iniciaron el lunes un taller a policías en Ecuador. ¿Cuál es la meta?
El objetivo es establecer un diálogo con la Policía ecuatoriana y proporcionar nuevas ideas a los oficiales que les permitan acercarse más a la comunidad, ofrecer un mejor servicio y reducir la criminalidad.
¿De qué manera debería trabajar la Policía junto a los ciudadanos?
Un enfoque que tenemos allá (en Houston) es educar a la comunidad. Le decimos cómo puede evitar a la delincuencia. La Policía debe dar la confianza a la gente para que esta pueda acercarse a nosotros.
¿De qué manera interactúan con la comunidad en su localidad?
Pues la obligación que tiene cada oficial de Policía de Houston, alrededor de 5 300, es trabajar con las personas. Lo hacemos directamente mediante charlas. Nos hemos acercado más a los líderes de la ciudadanía, en especial a los religiosos.
¿Con líderes religiosos?
En Houston, ellos tienen mucha influencia en la ciudadanía. Los líderes religiosos transmiten a sus feligreses la misión que tenemos los policías en la comunidad.
¿Cómo transmitir esa estrategia policial de acercamiento a los sacerdotes?
En primer lugar hay que ganarse la confianza de los sacerdotes. Le explicamos la misión que tiene la Policía: ayudar a mejorar la calidad de vida de los ciudadanos, reducir los índices de la delincuencia, etc. Al conocernos, ellos comunican esa idea en su congregación, lo cual ha permitido que la comunidad se abra a la Policía.
¿Es recomendable aplicar esto en Ecuador?
Esta es una de las propuestas que he dado. El tipo de delincuencia es similar. Acercarse a la gente da buenos resultados en la lucha contra el crimen.