Los militares no saben exactamente cuándo estarán habilitados los nueve aviones Súper Tucanos que en este momento están parados por falta de repuestos (otro se destruyó en marzo pasado en un accidente).
Ayer, mientras María Fernanda Espinosa era posesionada como nueva ministra de Defensa, el jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas (Comaco), general Leonardo Barreiro, dijo que la recuperación de los equipos no será en un mes y que “a veces toma seis meses o un año. Hay muchas circunstancias que permiten tener una disponibilidad”.
De hecho, el martes fuentes de la FAE ya adelantaban que no hay fecha para que las aeronaves entren nuevamente en operación.
Miguel Carvajal, quien también estuvo en la posesión de Espinosa y quien hasta la semana pasada dirigió la Secretaría de Defensa, reconoció “pequeños retrasos en la provisión de algunos repuestos”. Luego indicó: “Lo ideal es que siempre esté operativo el 60% o el 70%. Está en el 40%, pero eso es normal”.
Sin embargo, el sábado el presidente Rafael Correa reclamó por este hecho y pidió una información detallada de lo que sucedía con la flota aérea comprada hace dos años a una empresa brasilera por USD 200 millones. La principal misión de estos aviones es vigilar las fronteras. Tienen un sistema de navegación por sensores electro-ópticos e infrarrojos y pueden volar en la noche.
Los Súper Tucanos no son los primeros en quedarse sin repuestos. En mayo pasado, este Diario también reveló que algo similar ocurría con seis aviones no tripulados de origen israelí que en el 2009 adquirió el Gobierno para el espionaje y las operaciones contra el narcotráfico en el mar.
Barreiro dijo que con los recursos económicos que el Gobierno debe asignar se recobrará la capacidad de todos los aviones. “No de todos en completo. Siempre estarán unos cinco aviones en mantenimiento, porque van rotando”.
El Súper Tucano accidentado en marzo pasado no se ha repuesto hasta el momento. Tras este hecho, técnicos de la empresa brasileña Embraer llegaron al país, se unieron a la Junta Investigadora de Accidentes de las Fuerzas Armadas (FF.AA.) y analizaron las causas del siniestro.
“El ministro de Defensa de Brasil (Celso Amorim) me llamó para ofrecer toda la colaboración para la investigación”, sostuvo en ese entonces el ministro ecuatoriano de Defensa, Javier Ponce.