Un grupo de indígenas pernocta en el coliseo de la Universidad Salesiana, en Quito. Foto: Roberto Peñafiel / EL COMERCIO
Dos bombas lacrimógenas cayeron en los predios de la Universidad Católica la noche del miércoles 9 de octubre del 2019. Otro par de proyectiles llegaron a los patios de la Universidad Politécnica Salesiana. Las autoridades universitarias rechazaron este ataque a lugares calificados como “espacios de paz”.
Fernando Ponce, rector de la Católica, señaló la mañana de este jueves 10 de octubre del 2019 que las personas que se encuentran en los predios de la Universidad son pacíficas. Hay cerca de 1 200 indígenas de la Sierra Centro y Norte que pernoctan en las instalaciones universitarias. La mayoría son mujeres, ancianos y niños que acompañan a sus familiares en las movilizaciones por las medidas económicas tomadas por el presidente Lenín Moreno.
El rector señala que hay diversas versiones sobre el número de agentes que llegaron a las avenidas 12 de Octubre y Tamayo, en Quito. “Unos dicen que eran 10 y otros que eran 40 motos, cada una con dos ocupantes”. Desde ahí se habría lanzado los proyectiles. Esto provocó que la gente en el interior corra para evitar los efectos del gas. Para Ponce, se trata de un exceso policial. Dijo que ya se puso de acuerdo con la ministra de Gobierno, María Paula Romo, para conversar sobre lo sucedido.
La Ministra reconoció el miércoles en la noche que hubo el ataque a estas dos universidades y ofreció disculpas por lo sucedido.
El rector de la Universidad Salesiana, Javier Herrán, no estuvo en Quito cuando se registró este hecho. Por eso dio paso a la presidenta de la Federación de Estudiantes, Karla Altamirano, para que narre lo sucedido.
La dirigente señaló que la caída de las bombas fue al momento en que las personas recibían la merienda. Sin embargo, la gente logró calmar la situación y no pasó a mayores.
Estas declaraciones se dieron en el marco de una rueda de prensa conjunta con los rectores de la Universidad Central, Fernando Sempertegui y la rectora de la Escuela Politécnica Nacional Florinella Muñoz, en la que se aconsejó al Gobierno direccionar el dinero que se destinaba a los subsidios a los combustibles para que ahora se usen en el desarrollo de las comunidades indígenas y campesinas.
En las cuatro universidades se han instalado centros de acopio. Ahí se atienden en distinto número a los indígenas. Por ejemplo, en la Católica tienen el registro de dar albergue a 1 200; en la Central a 500; en la Salesiana a 3000. En la Escuela Politécnica Nacional no hay hospedaje, pero se brinda servicio de alimentación para 500 personas.